(HC) "El Silencio" por Hugo Casas

El Silencio

• De Hugo Casas
• 22 abril, 2014
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¿Qué importancia tiene el silencio desde el punto de vista místico?

Todo el mundo estará de acuerdo conmigo en que vivimos en un mundo cada vez más ruidoso, especialmente en las grandes ciudades y los grandes centros urbanos. Coches, motos, aviones, trenes… en fin, vehículos de todo tipo además de muchas otras cosas, son el origen de toda clase de ruido que nos asalta casi en cada esquina de una gran ciudad. Muchas personas se ven afectadas diariamente por estas circunstancias, hasta el punto de llegar a la depresión o a padecer diversos trastornos como el insomnio, la irritabilidad y otras formas de estrés. Algunos médicos creen que el ruido es una auténtica plaga para la humanidad, y que es urgente tomar las medidas que sean necesarias en este ámbito. De hecho, desde hace algunos años se habla con bastante normalidad de la “contaminación acústica”, término que creo muy apropiado.

Aunque el sentido común nos incite a buscar el silencio siempre que sea posible, muchas personas, especialmente los jóvenes, no hacen más que añadir ruido a su vida privada: conciertos de música que superan en gran medida los decibelios que el oído humano puede escuchar saludablemente, auriculares a un volumen excesivamente alto, etc. Aunque cuando se es joven esta forma de actuar es bastante normal y hasta comprensible, podemos observar que en general muy pocas personas se conceden a sí mismas períodos de silencio, incluso en su propia casa. Si no discuten con un ser querido, hablan por teléfono, escuchan la radio, ven la televisión, navegan por Internet, etc. En otras palabras, parece que intentan escapar de sí mismos y dan la impresión de querer llenar todo espacio vacío de su vida cotidiana, hasta el punto de ahogar a cualquier precio todo espacio que quede vacío. Al hacerlo, se privan de una gran fuente de bienestar: la introspección.

Es un hecho que la sociedad de hoy en día nos incita constantemente a utilizar los sentidos objetivos, las funciones cerebrales y los apetitos físicos. Nuestra cultura actual está conduciendo a muchas personas a centrarse en el aspecto material de la vida a costa de su dimensión espiritual. En otras palabras, nos arrastra constantemente hacia el materialismo y nos aleja cada vez más de nuestra alma. Ahora bien, ya que hablamos de nuestra dimensión espiritual, ¿qué necesita ésta para su desarrollo? Precisamente el silencio. Esta es la razón por la cual todos los sabios e iniciados del pasado han hecho del silencio una parte esencial de sus enseñanzas. El famoso refrán que dice “La palabra es plata, el silencio es oro” lo ejemplifica perfectamente.

Para finalizar esta pequeña reflexión, cabe preguntarse cómo debemos proceder para dar a nuestra alma ese silencio que necesita para su desarrollo. Desde el punto de vista rosacruz, lo mejor es dedicar regularmente un tiempo a prácticas como la introspección y la meditación, o simplemente a no hablar innecesariamente o a caminar en silencio escuchando la naturaleza. La mayoría de los que realizan estas prácticas de forma regular, no sólo se sienten mucho mejor a nivel personal, sino que también contribuyen a que el mundo en su conjunto sea un lugar más tranquilo y pacífico.

A esto añadiría que el mejor aliado de la espiritualidad es precisamente el silencio, porque se basa en el deseo de estar en comunión con el alma que se encuentra en nuestro interior. Para poder lograr esto tenemos que saber cómo escucharla, lo cual es imposible en el ruido, la prisa y el alboroto. Sólo propiciando el silencio exterior podemos entrar en el silencio interior, donde podremos escuchar y participar de la Sabiduría Divina, herencia y esencia de todo ser humano.

Tomado de: http://www.ordenrosacruz.es/filosofia-rosacruz/2014/el-silencio/
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