"Algo de mis Yo's Puntosuspensivadas (…)" by Brenda G. alias Kamala Telb

Siddharta y Kamala

Palabras de Siddharta a Kamala

"Tú eres como yo, diferente de la mayoría de las personas, eres Kamala y nada más. Dentro de ti hay paz y un refugio a donde puedes ir a cada hora del día. Yo también puedo hacerlo. Poca gente tiene ese asilo y, sin embargo, todos lo podrían tener."

Ujuuum....ASI MISMITO!!

Ujuuum....ASI MISMITO!!

domingo, 20 de febrero de 2005

(KT-2005) Día 12532 - "S.O.S. Shaumbra DOWNLOUDING MODE/MOOD" by YO



El Domingo, 20 de febrero, 2005 9:51 A.M.
 
(2005) Día 12532 - "S.O.S. Shaumbra DOWNLOUDING MODE/MOOD" 
by Brenda G. alias Kamala Telb  

[Veamos cómo queda este intento inventado de permitirles entrar a ustedes oyentes, a mi universo interno creativito disfrazado de fragilidad humana y definido en las altas esferas como … esencia “SHAUMBRA DOWNLOUDING MODE” Don't worry! Be Happy! HAKUNA MATATA ]



¡¡¡AUXILIOOOO!!! Meidei, meidei, meidei… S.O.S.,… ¿Algún SHAUMBRA viviendo mutaciones? (…)  Meidei, meidei, meidei… S.O.S.,… Aquí un ejemplo de cómo se siente cuando se tiene un pie en una dimension extraña e indefinible científicamente y otra dimension mucho más documentada por ser tan obvia como todo cuanto percibimos a través del radar quíntuple (o sea, los 5 sentidos ‘normales’). 

No aguanto mi cuello, los hombros ni mi mano derecha que se adormece.  Estoy incomodísima. Siento una pesadez que me parece insostenible.  




Me urge hablar con ZarKo … para decirle todo lo que siento por dentro. Finalmente, llegué al punto de ser intolerante a la inercia de NiWdé.  Me quité de la relación sin dar explicaciones. Me sentí abandonada, devaluada y maltratada, pero no expliqué nada y eso me está consumiendo.

Le escribí pero rompió la carta sin leerla, la echó a la basura y yo literalmente la recogí como he hecho tantas veces.

Sé que la decisión de irme es la correcta, pero admito que me urge escucharme hablar con él… me urge escucharme frente a él aunque no entienda. Sé que me evita, sé que no se atreve confrontarme, sé que también a él le afecta todo esto. Sin embargo, siempre he sido yo quien busca la ocasión para hablar y ya estoy cansada de eso.

¿Tienes alguna idea creativa para quitarme este peso de encima sin alimentar resentimientos, sin herir, sin buscarlo? OK, ambas sabemos la respuesta. ¡Sorry!, Amiga, Hermana, estoy incoherente. (…)

Mi refugio es el conocimiento. Sé que más que mutación física es ALGO espiritual. Intento leer lo de Graciela, shaumbras y la ruptura de paradigmas, pero tampoco me alivia gran cosa porque estoy realmente molesta con toda esta situación. Espiritualmente comprendo que existen ciclos que necesariamente tienen que ser cerrados para dar paso a nuevos retos, pero quiero ser humana y sentir como humana y darme a respetar como humana.

Ésta es la carta que le escribí y que echó a la basura. Ujuuuum, oooootra más recogida del bote de basura. Qué coooooosas! 





Día 12525/2450: 8:47 AM 13 de febrero de 2005.

Hola, Guapo. Hola, MALE. Hola, NiwDe.

Hoy es uno de esos días en los que me urge ‘hablar-te’. Hoy es uno de esos días en los que extraño tu presencia aquí en carne, hueso, mente, Alma y Espíritu. (…) El cuerpo me reclama hablar, escribiendo. Esa urgencia se manifiesta con dolor en el cuello y espalda, adormecimiento en las manos, náuseas, vómitos, insomnio, inapetencia, sobrepeso, cansancio físico y hasta inercia. Reconozco que son ‘síntomas’ del Despertar de Conciencia. Son síntomas de ruptura de viejos paradigmas. Admito que el recorrido por el templo de la autosuperación es tan revelador como extenuante.

Te reconocí, te llamé y te soñé mi Compañero de Caminos. Dijiste que nuestro error fue enamorarnos. Tal vez sí; pero fue hermoso. Me consagré para amarte, aun sabiendo acerca de cada uno de los riesgos. Tal vez, tú no hiciste mucho para despertar este sentimiento de mí hacia ti, pero surgió. Muchas circunstancias nos separan. Nos hemos resistido, nos hemos negado a admitirlo. Eres un hombre … inalcanzable… comprometido con “acuerdos”, con contratos asumidos… y la fidelidad, la palabra empeñada es un valor que atesoro desde todos los roles. Te creo cuando dices que me amas, pero ya eso no resulta suficiente para mí. Me siento mal, me siento incómoda, me siento detenida, ... estancada. Me siento devaluada e irrespetada. No me interesa buscar ni encontrar una nueva relación ni contigo ni con nadie. Llegamos demasiado lejos y, honestamente, ya no quiero arriesgarme.

Te amo y te extraño muchísimo, pero el amor verdadero es mucho más que intimar de vez en cuando; es mucho más que buenas intenciones; es mucho más que presencias inventadas; es mucho más que filosofar, que beber unos tragos juntos cuando te sobre tiempo; mucho más que hora y media cada cambio de cheque. El amor verdadero es mucho más que dar instrucciones acerca del carro o la plomería o las finanzas. Los tres estamos jugando el juego del engaño en la dualidad y no es justo para ninguno. Cada uno debe ocuparse de su proceso. A mí me urge hacer lo propio con el mío aunque eso implique alejarme de ti. Ya cuentan seis años de creativa imaginación, pretendiendo que estás a mi lado. Hago inventario de recuerdos y suman muchos más de lo que pensé reunir. Eventos que me marcaron de forma agradable y desagradable y que también me condujeron al Re-Encuentro conmigo misma. Doy gracias por todo ello.  Aun cuando trabajamos en el mismo espacio y nos vemos todos los días, hace mucho que dejamos de darnos la oportunidad de conocernos. Muchas de nuestras conversaciones se quedaron en puntos suspensivos que ya me pesan.

Te he escuchado muchísimas veces decir que ni las experiencias ni el conocimiento es compartible. Mi intención no fue enseñar sino Compartir. No soy ni quiero ser los resultados; vivo mi proceso intensamente, y sólo quise que me conocieras un poco. Quise compartir mi recorrido, mis descubrimientos, mis locuras, … compartirme toda yo… y… compartir eso exclusivamente contigo. Te escogí para que recibieras el amor que traigo conmigo. Te escogí para amarte como ya yo sabía y como fui descubriendo que era capaz de amar. Te escogí porque te vi grande, te vi merecedor de mis alocadas ideas y de mi forma de amar. Te escogí para entregarme a ti en todas las formas imaginadas y las no imaginadas. ¿Que si te deseo? ¡Claro que sí! ¿Que si me gustas? ¡Claro que sí! ¿Que si me hubiera encantado que nos casáramos, y que hubiera sido realidad todo ese chulo cuentito de la familia? ¡Clarísimamente que sí! Que no quepa la menor duda de ello.  Sin embargo, sé reconocer cuando hay que dejar de resistirse y de luchar con todo y contra todos. Sé reconocer cuando hay que soltar, cuando es momento de separarse, de callar, de cerrar puertas.

Pienso que la vida es como una Universidad: uno se matricula en cursos y cursos y más cursos hasta graduarse o hasta que decidamos continuar otra línea. Algunos cursos son remediales, otros prerequisitos, otros de especialidad, otros técnicas y hasta electivas. Algunas veces los cursos son personas y otras veces son experiencias de aprendizaje simultáneo. Algunas veces somos estudiantes y otras somos quienes dictamos los cursos. Cabe la posibilidad de darse de baja parcial o total. A veces hasta hay quienes deciden repetir ciertos cursos y hay quienes sencillamente abandonan la faena. Durante el tiempo que pasamos en esa Universidad, encontramos compañerOs camaradas con quienes sintonizamos profundamente y de manera muy especial. Cuando llega el final de la “carrera elegida”, es necesario despedirnos para empezar en otro nivel. Cuesta hacerlo, pero es necesario. A veces, volvemos a coincidir con esOs compañerOs, y otras veces sencillamente nos queda atesorar lo aprendido, lo vivido y continuar. (…)

Muchas veces he intentado despedirme de ti, pero aparece un nuevo curso, y completo la solicitud de ReAdmisión. Siempre hay más y más. (…) Ahora me urge enfocarme en una sola cosa: la tesis del Sé Tú.

¿Que si te amo?  Que no quepa la menor duda. Por esa razón es que me urge continuar.  Te amo y no quiero compartirte.  Valoro la fidelidad.  Me gustan las aguas claras, la verdad, la luz.  Ya no puedo justificar más la aparente inconciencia de lo que ocurre. (…)

Quiero un hombre que se ame, que se valore; un hombre que sueñe, que se sepa más grande que sus dudas, que sus temores, que su pasado. Quiero amar a ese hombre. Quiero que ese hombre me ame y construya un Nosotros conmigo y junto a mí. Quiero a un hombre seguro de sí. Un hombre con determinación. Un hombre que esté junto a mí en las fáciles y en las complicadas; que despierte a mi lado, que se acueste a mi lado, que piense en mí, que me cuide, que me escuche. Un hombre que piense en él, que se cuide, que se escuche. Un hombre que se deje amar, se deje valorar, que se abrace y me abrace. Un hombre con quien caminar con la frente en alto, sin escondernos, sin excusas, sin cumplimientos. Un hombre con quien hacer el amor sin prisa, sin celular, sin culpas, sin otra mujer aparte de mí.

NiwDé, el silencio y la distancia que ha protagonizado muchos momentos en nuestra relación, nos ha conducido a desconocernos. Muchas actitudes que he justificado o que sencillamente he dejado pasar desde el rol de tu amante/amadora, amiga o como tu simple compañera de trabajo, no los tolero como Mujer. La infidelidad, el alcoholismo, la irresponsabilidad con el trabajo, las promesas incumplidas, la mentira, las dudas, la ausencia para con los hijos de uno, del otro y los nuestros, la victimización acerca del pasado, el disfraz de la arrogancia, el miedo al miedo, las amenazas, los celos, el maltrato físico y emocional… son asuntos que resiento profundamente como Mujer y como Ser Humano.

He sido oyente de asuntos delicados que has compartido conmigo. Ninguno de ellos me intimidó ni me hizo dudar acerca de que eres tú el hombre con quien siempre soñé para hacerme vieja y Vieja junto a él, para amarlo, para ser amada, para educar a mis hijos, para respetarlo y ser respetada, para soñar juntos, para crecer juntos. No lo dudé ni por un instante. Sigo pensando de la misma manera, pero todo eso me hablaba de un pasado lejano y ajeno a mí. Mi certeza se basaba en que todas esas cosas te habían preparado para mí, para los riesgos, para cosas aún más grandes.

Creo en la Causalidad de los eventos particulares. Creo que cada relación prepara para la próxima hasta que llega el re-encuentro con ese Alguien con quien sintonizamos más profundamente. Reconozco la Misión que me ocupa desde la Escogencia del principio del Principio. Soñé que junto a Alguien como Tú, podría hacer la Encomienda. Debo admitir que no fue ni es así.

Dolió cuando me sentí anulada, cuando me sentí subestimada. Dolió cada vez que me sentí desplazada por cualquier otro requerimiento por más insignificante que fuera. Dolió cuando me di cuenta que mi mayor y único rival era el alcohol y la nostalgia por un pasado que ni tenía la opción de regresar para resolverse ni que tú quisieras resolver inventando las posibilidades. Te oigo decir: “Eso es problema tuyo”. Tienes razón. Por eso hablo en primera persona, pero hacerlo desde el Yo también está mal según tú. Volvemos al punto de que sólo comparto y compartí desde mi proceso sin querer más que sólo me escucharas.

¿Dónde estoy? ¡Más allá! Donde estoy, no puedo tocarte ni tú a mí. Pasamos la línea hace rato… mucho rato. (…) Me acostumbré a tu Presencia desde mi imaginación. Le soy fiel a esa idea de ti, le soy fial a un Zarko inventado, a Kamala, a las Juanas, a mi incoherencia tan inventada como vivida. (…)

Me arriesgo a Lo Próximo que no sé que es, pero con la certeza de que es más liviano, enriquecedor y liberador que todo cuanto conozco.

Aun no llamas para confirmar si voy o no voy al viaje de mañana. Presiento que lo harás mañana temprano o al menos ésa es tu intención. Yo no quiero ir. Muchas veces eché a un lado todo todo, desde mi trabajo hasta mis hijos, por seguirte a donde tú quisieras. Acompañarte al viaje de mañana, sería una evidencia más de lo ya acostumbrado entre nosotros; sería repetir el guión ya conocido por ambos. Nos encontramos, nos tomamos de la mano, filosofamos un rato, bebemos más rápido de lo que nuestros cuerpos pueden asimilar, hablamos de todo y de todos menos de nosotros, nos hacemos el amor, lo disfrutamos, una gran y corta dosis de fantasía y otra más pequeña y más breve dosis de realidad y mucha muchísima de impotencia, una despedida llena de nuevas interrogantes que se juntan con las antiguas. Luego, tratar de descifrar a solas qué diantres fue lo que hablamos, qué decisiones tomamos, hasta dónde avanzamos y qué nueva culpa creamos. Llega el próximo día y regresa la distancia y las conjeturas y el profundo silencio. Regresan las buenas intenciones y otra distancia. Llamadas que no surgen, ocasiones desperdiciadas; prioridades que nos ocupan y que nos separan y que son ineludibles.

Ya no quiero jugar al amor de pareja que no procede. Ya no quiero ser tan solo una amante/amadora que huele a “ésa” que se metió a empujones y destruyó lazos de gratitudes perpetuas pagaderos a cuenta de soportarse en Castillo de apariencias perfectamente orquestadas. (…) Ya no quiero ser la amante que espera. Ya no quiero insultos ni llamadas de reproches. Ya no quiero amor de medio tiempo. Ya no quiero ser dama de compañía. Ya no quiero entretener. Ya no quiero estar sólo para cuando me necesites. Ya no quiero caminar detrás de nadie. Ya no quiero echar polvos de prisa ni interrumpir coitos. Ya no quiero desearte y quedarme con las ganas. Ya no quiero esperar a que tengas tiempo para mí porque sobra, porque estás aburrido o porque simplemente quieres que alguien te escuche. Ya no quiero malas crianzas ni atropellos. Ya no quiero más hijos ni casarme ni divorciarme ni tolerar resentimientos que no tienen que ver conmigo. Ya no quiero recibir estallidos de intolerancia y agresiones que yo no provoqué ni merezco recibir ni tengo que… comprender y/o justificar. Ya no quiero inventarme que cuento contigo cuando ciertamente eso no es posible ni real.

Sé que con esta carta exorcizante, me tomo el riesgo de un nuevo silencio y otra distancia cada vez más profunda e incómoda: ¡ya estoy acostumbrada a eso! Nada nuevo bajo el longevo Astro dorado. (…) Ambos hicimos lo necesario para esto. (…)

Por un lado muy mío, siento que dejé de gustarte por el simple y tonto asunto de “des-cabellarme”… gesto con el que rebacé la estupidez de los esquemas del colectivo según mi perspectiva. Por otro lado, siento que dejó de gustarte mi manera de ver el mundo… mi forma de actuar deacuerdo a mis principios. (…)

¿Complejos de mujer? Otra vez te equivocas. Me refiero a que la determinación es un valor que intimida a muchos incluso a uno mismo con uno. Yo Soy una Mujer de Palabra y Obra. Amo eso de mí y de la gente que quiero a mi lado.

¿¡Admiración!? ¿¡Orgulloso de mí!? Lindo pero no me conmueve.

Por otro lado -más allá y también muy mío-, la indiferencia y el abandono son la clave para apartarme sin necesidad de esperar explicaciones. Ciertamente puedo equivocarme en mi percepción, pero sigo siendo tan cristalina como siempre.

Me hubiera gustado decirte todo esto en persona, pero obviamente no quepo en tu agenda así que lo hago como me he acostumbrado a hablarte. Romperás estas líneas o las tirarás al río; de cualquier manera he dicho lo que he querido decir y para mí fue suficiente para continuar con menos equipaje en el nuevo tren que estoy próxima a abordar. Te recuerdo que escribir es mi antídoto para mis achaques físicos y me ha dado buenos resultados.

-“¿Qué hacer ahora que ella lo dijo todo? ¿Estoy o no estoy? ¿Me quiere o no? ¿Se está despidiendo o se le olvidará y regresará como siempre cuando se le pase la molestia o cuando el licor se le suba a la cabeza y empiece a brotar por sus ojos? ¿Habrá alguien más o me desplaza por viejo? No; es que soy poquito y no la satisfago y la aburrí y… (bla, bla, bla.)”

¡Please! HELLO! Más clara no puedo ser, Caballero Sanchoquijotizado alias NiwDé Ecra. Vete "más allá", por favor. Sólo estoy reclamándote. Estoy siendo humana. Sólo estoy tratando de Moverte, … de… Despertarte. Guapo… Ya tú decidiste; por lo tanto, HAZLO BIEN. Sí. Te estoy diciendo que me busques cuando estés LISTO para romper tus propios esquemas. No podemos ser amigos porque caemos en la trampa de la reconciliación puramente corporal. Ocupémosnos de la realidad de cada uno y respetemos la de cada cual. Tú escogiste continuar en tu mundo y yo escogí lanzarme a conocer otros cielos, … a otras alturas.

Quiero ser consecuente con mi decisión de alejarme; te pido que nos limitemos a ser compañeros de trabajo. Nos quedan trabajos de la oficina juntos y no sé cuántos días y viajes antes de tu definitiva partida del ruedo laboral. Seguramente tendremos que conversar una que otra vez. Seguramente viajaremos juntos. Seguramente nuestras miradas tendrán que cruzarse de vez en cuando. Seguramente ambos extrañaremos rutinas. Ciertamente es más fácil hacer resoluciones radicales que cumplirlas. Sin embargo, descubrí que me gusta más lo voluntario que lo obligado.

Sé que el viernes fui yo quien rompió el hielo, quien te llamó, quien abrió la puerta para volver a hablarnos. Sin embargo, no quiero que suceda nada más entre nosotros. No quiero más rechazos ni discusiones ni caricias que ilusionan ni promesas ni besos ni abrazos ni despedidas ni reconciliación ni conjeturas ni sueños. Tu presencia aún me estremece. Tus besos, tu voz, tu olor, tu cercanía, tus abrazos, me invitan a reconsiderar lo que no debo ya ni imaginar. Hice un voto, una promesa y la voy a cumplir. Quiero guardar mi cuerpo y protegerme de amar demasiado, quiero sanarme de la codependencia y de los apegos. Quiero hacer las cosas bien alguna vez en mi vida. No quiero pretender sentir mío a Alguien ajeno. Quiero ser objetiva y justa conmigo, contigo y con todos. Finalmente, puse en orden mi vida, mis necesidades y mis límites.

Mi intención no es confundirte. Mucho menos presionarte. Ciertamente, se nos fue el tiempo entre los dedos, entre la incertidumbre y entre la espera del momento adecuado para unirnos. Los caminos se hicieron paralelos y ya no hay marcha atrás. Quién sabe si al pasar del tiempo, nos re-Encontremos. Lo que es seguro es que por ahora, mejor dejarlo todo tal y como está: lejos y en pausa.

¡Un último favor! No respondas estas líneas. No quiero leer más. No quiero responder más. No me gustan las despedidas. No me gusta llorar. No me gusta la impotencia. No me gusta perder. No quiero hablar. No quiero beber. No quiero soñar. No quiero escribir. No quiero añorar. No quiero sentir. No quiero que me duela. No quiero pensar. No quiero amar. No quiero compartir. No quiero recordar. No quiero gustar. No quiero ser admirada como un objeto inaccesible.

Ya me estoy poniendo repetitiva así que voy terminando este largo monólogo soliloquiado. Ya hasta se me quitó la incomodidad del cuello así que leas o no leas este súper discurso, alcancé alivio para mi malestar físico, emocional y espiritual. Quizás cuando te vuelva a ver, mande al carajo todo lo que he dicho hoy, pero quise que supieras algo acerca de cómo me siento precisamente hoy cuando quise que estuvieras y nuevamente sólo te imagino a mi lado.

¡FELIZ JORNADA!
Un fuerte abrazo,
YO

****************************

Amiga Espectadora, estoy haciendo un gran esfuerzo por actuar como si él hubiera escuchado. Estoy haciendo un gran esfuerzo por actuar desde mis conocimientos acerca de la CAUSALIDAD y reconocer que no es necesario ni que él me escuche ni que alguien me entienda o me apruebe. En serio que estoy dando mi máximo como humana y como esencia dévica. Pero el cuello, los sueños tan vívidos, las señales que recibo a diario de desconocidos, los mensajes en el e-mail, etc. me dicen que hable. Ciertamente, estoy siendo GUIADA, pero ya no quiero sentirme maltratada ni despreciada ni echada a un lado como si no tuviera valía. Me duele porque lo amé y lo amo y sé que por eso es que tengo que alejarme. La relación fue tan intensa que lo siento en la noche; su olor a alcohol, su incertidumbre, su impotencia me arropa y me drena. Lo siento llamarme, pensarme y hasta llorarme. Sé que el precio de yo quedarme inamovible ante lo que percibo es mi incomodidad física, pero aun creo en él y deseo que se atreva a atreverse a al menos comunicarse conmigo. Ay, Hermana. Estoy siendo intolerante a la estupidez, y me duele porque sé que él entiende.

Gracias por escucharme. Ahora me iré a la playa a ver si el Mar, Mi MAR, acoge mis descargas como siempre lo ha hecho.

Te Amo Mucho. Gracias por Ser como eres y por ESTAR.

[Espero les haya gustado este invento de historia desde la modalidad multidimensional llamada “SHAUMBRA DOWNLOUDING MODE” ]  ;’)