(HC) "Sobre la Masonería" por Hugo Casas

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6 de Marzo

¿Tiene la Orden Rosacruz AMORC alguna relación con la Masonería? ¿En qué se diferencian ambas escuelas iniciáticas? Estas son algunas de las preguntas que frecuentemente se hacen los buscadores de la espiritualidad. Esta semana el Blog de la Orden Rosacruz AMORC trata este tema en un nuevo e interesantísimo artículo. ¡No se lo pierda! https://www.facebook.com/amorcgle?fref=ts

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Sobre la Masonería

• De Hugo Casas
• 4 marzo, 2014
• 18 comentarios

Muchos buscadores escriben a la Gran Logia para preguntar cuál es la relación entre los Rosacruces y los Masones.

Por tanto, aprovechando la oportunidad que me ofrece este Blog, y puesto que en él se tratan temas de diversa índole, me parece útil escribir sobre este tema en particular con el fin de aclarar esta cuestión.

En primer lugar, tal vez sea útil recordar que en términos puramente históricos, los Rosacruces aparecieron en el siglo XVII en varios países europeos, entre ellos Alemania, Francia e Inglaterra, con la publicación de tres Manifiestos: la Fama Fraternitatis, la Confessio Fraternitatis yLas Bodas Químicas de Christian Rosenkreutz, publicadas respectivamente en 1614, 1615 y 1616. Hoy en día, sabemos que estos manifiestos fueron escritos por un grupo colegiado de místicos, conocido con el nombre de Círculo de Tübingen, y entre los que destacaban sobre todo Johan Valentin Andreae y Johan Arnt. Unos años más tarde, en 1623, los rosacruces se dieron a conocer aún más a través de unos carteles pegados en las calles de París: “Nosotros, Diputados del Colegio Principal de la Rosa-Cruz, tomamos morada visible e invisible en esta villa por la gracia del Altísimo…”Desde entonces, los rosacruces se han perpetuado hasta la actualidad a través de diversos movimientos, cada uno transmitiendo sus propias enseñanzas y tradición particular.

La Masonería, por su parte, surgió en el siglo XVIII en Inglaterra. Uno de sus documentos fundacionales, las Constituciones de Anderson, fueron redactadas en 1721 por el reverendo James Anderson, por iniciativa de John Montagu, el entonces Gran Maestro de la Gran Logia de Londres y Wentminster, fundada en 1717. Este texto fue publicado por primera vez en 1723, después de ser revisado por un comité de “hermanos expertos”. Considerado como “la ley fundamental de la Francmasonería Universal”, define en varios capítulos las “Antiguas obligaciones de los Masones Libres y Aceptados”. Así la masonería ha llegado hasta nuestros días y ha dado lugar a varios movimientos distintos, generalmente denominados “Obediencias”.

La mayoría de los historiadores del esoterismo están de acuerdo en que a partir del siglo XVIII algunos masones fueron inspirados por la herencia Rosacruz del siglo anterior, lo que explica la existencia del grado “Rosa-Cruz” en algunos ritos masónicos. Otros se desmarcaron del Rosacrucismo y desarrollaron su propia doctrina espiritual a través de numerosos grados. Finalmente otros optaron por un enfoque más socio-político de la Tradición masónica. Todavía existen estas tendencias en el seno de la Masonería, por lo que podemos encontrar ritos y obediencias más o menos espirituales, o de tendencia más o menos social. A todo esto debemos añadir que en algunos casos las logias son mixtas (de hombres y mujeres) mientras que en otros sólo se acepta a un determinado sexo (logias exclusivamente masculinas o femeninas).

Históricamente, la Antigua y Mística Orden de la Rosa-Cruz, que constituye el mayor movimiento rosacruz en la actualidad, es fundamentalmente de carácter espiritual, completamente apolítica y admite por igual a hombres y mujeres. En cuanto a sus relaciones con la Masonería, son absolutamente coherentes con su divisa: “La mayor tolerancia dentro de la más estricta independencia”. Por lo tanto, aunque en muchos casos la historia de la Rosa-Cruz y de la Masonería ha estado entrelazada, sin embargo en la actualidad constituyen movimientos completamente independientes, cada uno trabajando de acuerdo con sus propias reglas, medios y objetivos, sin relación oficial entre ambas. No obstante, de la misma forma que en el seno de la AMORC podemos encontrar a cristianos, judíos, musulmanes, etc.,  también hay rosacruces que son masones y masones que son rosacruces, sin que exista ningún problema en este sentido.

Ya que hablamos de las relaciones entre los distintos movimientos tradicionales, no me gustaría finalizar este post sin hablar de la Orden Martinista Tradicional, movimiento que trabaja a la luz de la tradición esotérica judeo-cristiana y que perpetúa las enseñanzas de Louis Claude de Saint Martín, gran místico francés del siglo XVIII. Esta Orden está apadrinada desde principios del siglo XX por la AMORC, aunque actualmente no es necesario ser rosacruz para pertenecer a la misma.

Imagen: Grado masónico de Caballero Rosacruz

Tags: historia, masonería, masones, rosacruces, rosacruz

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