"Tú eres como yo, diferente de la mayoría de las personas, eres Kamala y nada más. Dentro de ti hay paz y un refugio a donde puedes ir a cada hora del día. Yo también puedo hacerlo. Poca gente tiene ese asilo y, sin embargo, todos lo podrían tener."
Si en este momento te encuentras aquí, es porque has hecho una larga búsqueda y has tenido múltiples experiencias en el amor que te han traído, aunque no te des cuenta, al momento ideal para encontrar el amor verdadero.
Estas son las 10 señales de que estás al borde de encontrar el amor verdadero.
Estas son las 10 señales de que estás al borde de encontrar el amor verdadero.
1.Finalmente te has dado cuenta de que el amor romántico no es el fin último de tu existencia.
Ya no es tu máxima prioridad, ni tu máxima obsesión ni tu máximo interés. Ya no estás solamente invertido en encontrar a alguien que te de la atención y el respeto que quieres, porque has encontrado esas cosas dentro de ti mismo.
2. Has comenzado a enfocarte en el amor que puedes dar, no en el amor que puedes recibir.
Quieres amar a alguien tanto como quieres que te amen a ti; si estableces una relación con alguien lo haces pensando en qué puedes dar más que en qué puedes recibir.
3. Has tenido suficiente tiempo para trabajar sobre ti mismo.
Ya no sientes que tienes que ser perfecto para ser amado, pero sabes que para que una relación funcione, para que prospere, necesitas tener resueltos ciertos temas personales antes. Te has dado ese tiempo y ya te sientes preparado para entregarte a otro.
4. Quedaste herido, pero no devastado luego de terminar tu última relación.
Obviamente lo natural es hacer un duelo, de hecho sería bastante raro que alguien no sufra en alguna medida la pérdida de alguien más, pero cuando una persona queda devastada por una relación terminada, usualmente es señal de que había un apego insano a la persona y que no necesariamente existía amor.
5. Quieres estar en una relación, pero no la buscas desesperadamente.
Sí quieres salir en una cita, y sí, estás abierto a la posibilidad de comprometerte con alguien, pero no, no te sientes vacío ni carente si esas cosas no pasan. Tienes más cosas en tu vida que intereses románticos.
6. Has sepultado la idea de que puedes predecir o “medir” si alguien puede ser tu media naranja.
Tiraste la “check-list” a la basura y te estás enfocando más en la afinidad que sientes con el otro más que en si cumple con ciertos requisitos o no.
7. No sientes la necesidad de apurar las cosas.
Ya no te riges por una línea de tiempo; te das cuenta de que la necesidad de apurar las cosas es usualmente producto de inseguridades y miedos más que de la pasión y el amor.
8. Crees que en el mundo hay amor para ti.
Si no piensas que existe, entonces no lo hará. Simplemente porque no abrirás tu mente y tu corazón a las personas que se vayan presentando en tu camino. Todo comienza en la mente, en cómo “piensas” que es tu vida amorosa. Lo más importante es que pienses y creas que puede existir amor en tu vida.
9. Cada vez eliges ser más tú mismo y menos el ideal de alguien más.
Has llegado a un punto donde convencer a otra persona que te aman por algo que no eres te da más miedo a que te rechacen por quien eres de verdad.
10. Alguna vez has renunciado a la idea del amor.
En algún momento te convenciste de que nunca encontrarías el amor nuevamente y de que estarías solo para siempre. Habías aceptado esto en cierta medida. Pero por como es la vida, casi siempre que estamos a punto de tirar la esponja, aquello que estamos buscando se presenta repentinamente para cambiar nuestra visión de las cosas.
Vía: Vasomediolleno