(2019) Conciencia Semanal Zohar ÉXODO: Parasha BO (Notas Personales)

Conciencia Semanal Zohar EXODO: Parasha BO

8 de enero de 2019 

#NotasPersonales

La energía de Bo trata acerca de reconocer que al igual que el árbol de la vida, las sefirot y las meditaciones que realizamos para conectarnos con los mundos superiores que nos conducen a mayor cercanía con el Creador, existe la misma concordancia hacia la negatividad desde la semilla hasta la manifestación del encuentro con todos los matices de nuestro Oponente. Esta porción del Zohar nos invita a recorrer el camino reconociendo que la negatividad tiene el propósito último de presentarnos la oportunidad de reconocer que existe el bien en todo. 

Cada una de las plagas presentadas en Shemot, luego en Vaerá y las últimas 3 en Bo es una referencia oculta a cada una de las 10 sefirot o emanaciones de la Luz del Creador. Cada una de estas plagas elimina una klipá o cubierta de una de estas Emanaciones o fuentes de Luz. La fuerza que obtenemos al leer acerca de las 10 plagas eliminará la negatividad que nos bloquea. Podemos utilizar este conocimiento para resolver los problemas y aprovechar las oportunidades que se nos ofrece en estas semanas antes de Pesaj. (Pass Over: pasar por encima de nuestra negatividad.) La porción Bo nos ayuda a entender que nuestra misión de vida es transformar nuestra naturaleza egoísta y reactiva, porque nuestras acciones influyen de manera directa en la conciencia colectiva de la humanidad. Debemos pedir ver la verdad, la presencia de Dios en todos y en todo. Nuestro propósito de vida es alcanzar unidad con toda la creación. Debemos aprender a utilizar las herramientas espirituales con conciencia, para despertar nuestro subconsciente y salirnos de la constante actitud robótica y limitante. Sólo a partir de nuestro cambio proactivo individual podremos ver y experimentar en el planeta la realidad de armonía y unidad que todos deseamos. La porción de Bo es el logro de la libertad. Libertad de ser afectado por la preocupación por mí mismo. Libertad de ser mi Alma y no mi Ego.

Bo significa “ven”. En las diferentes lecturas y clases que vi de Batsheva Zimerman (2013), Yosef Waisberg (2017), Ariel Grunwald (2018 y 2019), la Biblia Kabbalística, etc., para preparar esta reflexión, se enfatiza el verso 26 en el que el Creador habiendo visto la certeza absoluta de Moisés acerca de su seguridad de que ÉL siempre lo acompaña en cada desafío, le dice: “Ve en busca de Faraón porque he endurecido su corazón”. La historia termina con la apertura del Faraón y cuando finalmente deja libres a los israelitas. Pero ¿quién es “Faraón”? ¿A qué se refiere con que ha endurecido su corazón?

Los israelitas representan el potencial del árbol de la vida. Antes de mencionar cómo se describe el código “Egipto” y “Faraón” debo decir que ante la certeza de Moisés… su seguridad en la protección del Creador, según el Zóhar, fue el mismo Creador quien quiso poner a prueba a Moisés. Lo dirigió “de regreso a Egipto”… “de regreso a Faraón”. En esta prueba el Creador le mostró a Moisés todas las caras, estrategias y distracciones que podía mostrar el Adversario. Le dijo “si quieres vencer a Faraón en el mundo físico, haz de vencerlo primero en los mundos superiores”. Tenemos que vencer al Satán en los mundos superiores para poder eliminar el caos y el sufrimiento en el mundo físico. 

En la kabbalah le llaman al ego, el Faraón, “el cocodrilo gigante” y existe en cada uno de nosotros. El Creador condujo a Moisés a la oscuridad más profunda de sí mismo para mostrarle exactamente cómo funciona el Satán, el Oponente, el Ego. Cuando Moisés le dijo “No puedo con esto.”, el Creador le responde: “No te preocupes. Ve con todo tu entusiasmo. Yo lo haré por ti.” El Creador le revela a Moisés que la manera de ver la Luz es precisamente enfrentando al Ego. El Ego es el canal, es la herramienta para acercarnos a la Luz.

Egipto representa la conciencia de lo limitado, a la conciencia del caos y el sufrimiento. El Faraón es el Ego, el nivel kéter de la negatividad, es el subconciente, es como un comando que ejecutamos sin darnos cuenta. Digamos que “Faraón” es la manifestación del mayor poder de la negatividad en nosotros. “Ve en busca de Faraón porque he endurecido su corazón.”, es el viaje de Moisés hacia el encuentro con la profundidad del potencial de su propia negatividad. Finalmente son retiradas las cortinas que separaban a los israelitas de la luz del Creador, activan su certeza y “Faraón” los deja en libertad. 

Bo es la semilla de la redención. La porción de Bo es como un miniPésaj que, como parte de estas semanas de SHOVAVIM, nos provee las herramientas y la energía requeridas para hacer una auto reflexión de nuestras áreas para mejorar, nos prepara para una introspección profunda para identificar de qué manera nuestro Ego nos distrae con el fin oculto de que hagamos un mayor esfuerzo para acercarnos más y más al Creador. Para acercarme más a la Luz, tengo que enfrentarme a mi basura.

Todas las porciones de SHOVAVIM en el libro del Éxodo nos preparan para el juicio de Pésaj. Identificamos y denunciamos nuestras propias faltas y con ello desarmamos al Oponente enjuiciador en Pésaj. Recordemos que el Oponente tiene un programa contra el cambio. 

Cuando una persona no trabaja seriamente con su ego, se conecta con la negatividad. Puede ser que practique todas las herramientas: voluntariado, escaneo de Zóhar, servicio, meditaciones, etc., pero si al hacer todo esto persiste por ejemplo, en un afán de reconocimiento personal o en su afán de queja por el no hacer de otros, esas herramientas no son efectivas pues se requiere de la conciencia de certeza de que en todo existe la Luz.  

Según el Rav Berg “la esclavitud en Egipto es la esclavitud del pan de la vergüenza”. En resumen, el ego tiene multiplicidad de estrategias y una de ellas es distraernos con la idea de que el crédito es personal, solitario y merecido. Una de las caras del ego es la prepotencia y ésta se manifiesta tanto cuando rechazamos la ayuda del otro por creernos superiores, más listos o más capaces así como en el otro extremo escondiéndonos para evadir la ayuda de otros por creernos inferiores. El ego nos hace creer que no estamos listos y que carecemos de habilidades. 

La verdadera conciencia para enfrentar al Oponente se halla en reconocer que requerimos de los demás para crecer espiritualmente. pero especialmente requerimos de El Creador para lograrlo. La esclavitud del pan de la vergüenza es creer que podemos hacer el trabajo solos sin la ayuda del Creador y la chispa de luz que existe en cada persona con quien interactuamos. Es decir, solos no podemos. La mayor muestra del Ego es creer que no necesitamos del Creador. Si creemos que la Luz sólo debe intervenir en un 10% de nuestra vida, el resto es porque creemos que podemos lograr vencer los desafíos solos. La pregunta es si realmente creemos en el poder de la Luz o no. En la certeza no hay medidas intermedias: se tiene certeza o no se tiene. A veces nos ocurren cosas “malas”, nos caemos porque es mejor caer que creer que no necesitamos de El Creador. 

En el mundo espiritual somos una sola Alma por lo cual somos afectados por los demás y por el entorno, esto para bien o para mal. Según Áshlaj es muy importante saber elegir la gente con quien convivimos. Según la kabbalah, una persona debe vivir entre personas “dadoras”; éstas son personas que se muevan, que sean proactivas, que se ocupan de su trabajo espiritual, que se ocupen de identificar las características de su ego y trabajan para superarlas, son personas que dirigen su servicio e interacción con los demás de forma incondicional y sin agendas, con misericordia, compasión y paciencia con su proceso personal y con el proceso de los demás. 

Aunque resulte incómodo, debes rodearte de personas que te inspiren y te reten a tu próximo nivel, a la mejor versión de ti. Rodearte de este tipo de personas “dadoras” que se enrollan las mangas en el trabajo espiritual, creará la presión necesaria para impulsarte a expandir y elevar tu conciencia. 

Puede ocurrir que al tomar en serio tu trabajo espiritual, cambie tu entorno o debas moverte a uno más retador antes de caer en la trampa del ego de creerte el más que sabe y que los demás dependen sólo de ti para avanzar. Recordemos que el propósito de la redención es aumentar nuestro deseo de mayor cercanía con la Luz del Creador para compartir la experiencia con los demás. El Egipto, el Faraón, el cocodrilo gigante es nuestro lado negativo y buscará dónde y cómo sentirse más cómodo. 

Como mencioné al principio, en esta parasha se mencionan las 3 últimas plagas para romper las 3 últimas cortinas de separación entre los israelitas concientes y el Creador. Las plagas son los bloqueos para la libertad. Sólo quienes vivían en la conciencia del despertar o awakening, sobrevivieron las plagas. Esto significa aquellos que pusieron su certeza en El Creador para ser liberados de la esclavitud. 

La octava plaga fue la de las cigarras o langostas (saltamontes). Esta plaga se refiere a olvidar el bien. Es cuando olvidamos la apreciación por las personas que nos ayudaron a llegar donde estamos. No necesariamente son las personas que están a nuestro lado ahora pero sí son parte de nuestro crecimiento. Del libro Educación de un kabbalista: “Nunca debes olvidar las buenas acciones que una persona ha hecho por ti, independientemente de sus otras acciones.” 

Cuenta la historia que uno de los faraones olvidó la aportación que hizo Yosef al acumular las riquezas para el tiempo de carencia. Olvidó el bien que alguien en este caso Yosef había hecho por Egipto y los demás pueblos cuando tuvo la visión y tomó acción de recoger en tiempos de abundancia para estar preparados para el tiempo de escasez. La plaga de la cigarra/langostas representa que la abundancia que trajo Yosef tenía que ser “devorada completamente” para provocar que la bondad de Yosef fuera apreciada. Se destruye la abundancia cuando olvido que estoy donde estoy, por personas que fueron parte de esa bendición. Nos invita a recordar la bondad de cada persona que cruzó en nuestro camino para ser quienes somos ahora. Hay que recordar de dónde y a través de quien llegaron esas bendiciones. ¿Qué persona o personas en tu vida te hizo bien, hizo algo por ti, te ayudó … pero has olvidado lo que esa persona hizo por ti? El antídoto para la plaga de la escasez y la carencia es apreciar las buenas acciones y bondad de los demás. 

La novena plaga es creer en la oscuridad. Se refiere a la oscuridad espiritual, la oscuridad de conciencia, la incapacidad de ver la Luz. Quien no tiene la conciencia de la Luz en todo cuanto ocurre, le toca vivir la experiencia de la muerte. Imaginemos estar muchos años dentro de una cueva en completa oscuridad, ¿qué pasaría si salimos de la cueva de forma precipitada y nos exponemos a la luz de un mediodia? Una de dos, o te ves obligado a regresar a la oscuridad o puedes quedar ciego ante la intensidad de la luz. Ahora bien, ¿qué pasaría si prendemos una vela y luego otra y luego otra haciendo camino para poder asimilar poco a poco esa luz? Dicen que del mismo lugar que el tonto saca su tontería, el sabio obtiene sabiduría. Aquellos que todo lo que le ocurre lo justifican con que “eso sólo les pasa a ellos”, o que el Creador envía mensajes confusos pues “he hecho de todo y nada me funciona”, andan en la plaga de la oscuridad. 

Había un hombre muy mayor de edad que solía cargar unos pesados baldes de agua para llevar a su aldea. Se encontró con este hombre y le dio la queja de que a pesar de su vejez y de llevar y traer tan pesada carga, nadie reconocía su valor ni lo ayudaban ni le agradecían. Pasaron par de años y el mismo hombre vio a la distancia al anciano pero esta vez cargaba sonriente los mismos baldes. Se acercó y le preguntó que a qué se debía el cambio si estaba llevando y trayendo la misma carga pesada. El señor le respondió: “De pronto una mañana me di cuenta que era bueno lo que hacía pues a pesar de mi mayoría de edad contaba con la agilidad y disposición de ayudar a la comunidad con el agua que era tan importante para todos.” (¡Boom! 😅) 

Un justo es aquel que dice que todo cuanto le sucede es para bien. El justo entiende y justifica que todo cuanto le ocurre viene de la Luz aunque no lo entienda en ese momento, aunque le duela. El justo activa la fuerza de la creación en todo. Cuando justificamos a la Luz como Fuente y que todo es Bueno, entonces TODO ES BUENO. Uno gana el mérito de ver la Luz cuando lo pide desde lo más lo mas profundo de uno, pero hay que pedirlo, no surge así porque sí. Hay que pedir querer verla. 

Según el libro “Y escogerás la vida” (Cap. 2. Pag. 32), “aquellos a quienes les falta confianza son parecidos a los murciélagos que no pueden ver la luz del día. La luz del dia se vuelve severa para ellos, más severa que la oscuridad pues es en la oscuridad que consiguen su alimento. Lo mismo ocurre a quienes les falta la confianza: sus ojos son cegados por la luz del Creador y por lo tanto la Luz se vuelve oscuridad para ellos (…). Para lograr ver la Luz, uno tiene primero que alcanzar la confianza en que existe. 

Los pensamientos y sentimientos determinan nuestra realidad. Quienes andan en pensamientos y sentimientos pesimistas, “... traen mal sobre sí mismos al creer recibir sufrimiento y dolor de la Providencia del Creador y por sentirse mal todo el día le llaman malvados.” ¿En qué porcentaje logras ver la luz detrás de la cortina cuando algo oscuro pasa en tu vida o estás experimentando negatividad? El antídoto para la plaga de la oscuridad espiritual es reconocer que absolutamente todo es parte del Plan Divino. 

La décima y última plaga es estar ocupado en uno mismo prescindiendo del Creador. Fue la muerte de los primogénitos. Éste es el nivel kéter, el nivel semilla. Fue el nivel que permitió a los israelitas salir de su ceguera espiritual. Esta plaga no sólo tocó a los egipcios, también afectó a muchos israelitas que no creyeron. Se salvaron quienes realmente vivían en la conciencia del despertar, aquellos quienes pusieron su certeza en El Creador para ser liberados de la esclavitud. El antídoto para la plaga del egocentrismo es ver que todo en la creación tiene las chispas de Luz de Dios, y que sólo con la asistencia de la Luz podemos superar cualquier desafío.

Egipto, el Faraón, el Oponente, las plagas... los antídotos, la certeza de la libertad... todo surge de El Creador. Reconocer la negatividad en nosotros ... enfrentarnos al ego es la gran herramienta para revelar Luz. La mayor cercanía surge desde los desafíos. Ir donde el Faraón es enfrentar nuestra “basura”. Que veamos la Luz en cada desafío pues estos nos ofrecen la oportunidad de ver la Luz y poder revelarla.

La parasha Bo es la semilla de Pésaj, es energía de redención de nuestro propio Egipto y ocurre una semana antes o después de la luna nueva de Acuario que contiene precisamente energía de cambio, energía de transformación. Acuario es ver la película completa. Acuario es representado por una persona con un cántaro de agua llenando una vasija. 

La historia de Adán y Eva es la historia de la Luz y la vasija. La manzana y el árbol del conocimiento representa que recibieron algo por lo que no habían trabajado. Se alejaron del Jardín para poder merecer la Luz. El cortocircuito fue creer que podían hacerlo sin requerir del Creador. La mayoría de la corrección de esa separación de Adán y Eva del Jardín se produjo en el Monte Sinaí con la entrega de las 10 emanaciones a Moisés. El resto de la corrección de ese cortocircuito nos corresponde a nosotros con el trabajo espiritual. Vivimos en la era de Acuario. Acuario es conexión con la película completa. Acuario es la verdadera libertad, libertad de olvidarse de sí mismo para darse a los demás. 

“Hay virtud invaluable para aquellos que se dedican al estudio de la Sabiduría de la Kabbalah –aun cuando no entiendan lo que están estudiando- dado que es por medio del fuerte deseo y la voluntad de entender lo que están estudiando que los estudiantes despiertan en ellos mismos las Luces Circundantes de su alma…”.

Rav. Yehuda Áshlaj, Y escogerás la Vida

¡Todo lo mejor!

Brenda

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Referencias para esta conciencia:

Áshlaj, Rav. Yehuda. (2017). “Y escogerás la vida”. No lo tomes personalmente. Cap. 2. Pag. 32. ISBN 978-1-57189-950-7

Grunwald, Clase de Ariel. (sf). Porción Bo. Del Canal YouTube Macarena Beshara. Publicado en 16/enero/2018. Recuperado en 8 de enero de 2019. En https://www.youtube.com/watch?v=nA6YZIt_iQ8&t=604s

Grunwald, Clase de Ariel. (sf). Porción Bo. Del Canal YouTube Macarena Beshara. Publicado en 8/enero/2019. Recuperado en 8 de enero de 2019. En https://www.youtube.com/watch?v=IOcT9C4m3yc)

Waisberg, Clase de Yosef. (2017). Porción Bo. Todo siempre es para bien. Del site Kabbalah.com. Recuperado en 8 de enero de 2019. En https://universidad.kabbalah.com/clase-de-zóhar-con-yosef-waisberg/bo-todo-siempre-es-para-bien)

Zimerman, Clase de Batsheva. (2013). Porción Bo. El poder de la paciencia. Del site Kabbalah.com. Recuperado en 8 de enero de 2019. En https://kabbalah.com/es/portions/exodus/bo/lessons?lesson=bo-el-poder-de-la-paciencia)

*Ilustraciones tomadas de internet

Nota: “Preparar la conciencia” es compartir mi vivencia personal con la energía de la semana. Es ineludible la sensación de duda de si uno lo está haciendo bien y con la conciencia correcta. Ujuuum, se activan toditos los botones de si uno está listo para decir algo sobre esto tan sagrado. Sin embargo, una de las grandes lecciones es que lo que se escribe es sobre la vivencia personal, sobre la forma cómo el ejercicio de estudiar para resumir tantas revelaciones se convierte en una oración sobre lo sublime del feeling.

Para naaaaada mi intención es “arropar” todo cuanto se revela en cada porción sino compartir lo comprendido desde la mayor pureza con la que vivo. Por eso es que acudo a los comentarios de la biblia kabbalista y a los versículos en el Zohar. Es mi forma de gratitud a la profundidad del regalo del Zohar.

Todo lo mejor,

Kamala Telb/Brenda