ES EL MOMENTO LUHEMA: "Un Nuevo Nivel de Conciencia" por Luhema

 

UN NUEVO NIVEL DE CONCIENCIA.

 

Nuevo nivel de conciencia sí, desde la propia conciencia, desde la unicidad de las cosas, de los cuerpos, desde la espiritualización de la materia, desde lo profundo que anida en ti y en el otro, desde el conocimiento de ser …

Pero si somos honestos, nos daremos cuenta que nuestros estudios a lo largo de los tiempos para llegar a conocernos y sobre todo los referentes al hombre “completo” se encuentran en pañales. Nos cuesta entender nuestros comportamientos. Lo que nos sucede en la vida y el porqué de ello, sobre todo no podemos comprender cuando estamos confundidos, separados de nosotros mismos, defraudados por la sociedad y religión.

Por ejemplo; el psicoanálisis es tan metódico que resulta fastidioso conocerse a uno mismo analizando o dejándote analizar por entendidos en el tema. Para mí es como adentrarse en un sótano con poca luz y comenzar a cambiar de lugar las cosas que hemos ido dejando en el trastero intentando ordenarlo, pero como apenas tenemos luz para ello seguimos dejándolo todo igual o un poco mejor, pero en nada mejoramos el espacio. Y además hacemos demasiado ruido. No vaciamos, no retiramos lo que nos sobra por si acaso nos es de ayuda en un futuro, y aparte de eso, vislumbramos tenuemente que allí en un rincón tenemos una sorpresa, “la herencia”, otros trastos que ocupan un buen espacio de nuestro sótano.

Pero nuestra creencia en la carencia, hace que sigamos almacenando cosas sin sentido y seguimos entrando trastos al sótano, al subconsciente y seguimos sin conocernos, más liados y sin solventar nada.

¿Por qué no decimos basta ya?… ¿Cómo vamos a tener un nuevo nivel de conciencia si todavía somos incapaces de soltar lo que no somos, de limpiar nosotros nuestro propio sótano?

El silencio mental es el único medio para conocernos si queremos reconocer dentro de nosotros un mundo nuevo, un espacio nuevo. Automáticamente, entrando en el silencio se produce una especie de claridad que hace que nos desprendamos de lo viejo, pero no desde la mente analítica, sino desde la profundidad de nuestra fuente de agua limpia. Si el poder de pensar es maravilloso, el poder de no pensar lo es aún más…, es el poder de la integración profunda.

Otro punto a tratar es que todavía estamos atrapados en la política que dualiza más aún la materia y estamos engatusados en los dogmas inmovilistas espiritualistas, pero como lo anterior, no se trata de analizar o desechar, sino de adentrarse desde el silencio, soltar y ampliar tus horizontes desde tu libertad.

Tengamos la modestia de admitir que tanto el psicoanálisis, como la religión, como la política, nos lanza de la luz a la oscuridad, de la monotonía a la alegría fugaz, del entusiasmo a la desidia etc…,y eso nos lleva de vuelta al “ficticio” enfrentamiento entre la materia y el espíritu.

Sin espiritualizar la materia el mundo carece de sentido, y es ahora, sí o sí, que estamos aquí como seres espirituales viviendo una experiencia humana, una experiencia que da sentido a nuestra existencia, una experiencia que sabe de la multidimensionalidad, una experiencia desde la materia, desde el tiempo y el espacio para entrar despiertamente en un nuevo nivel de conciencia, porque es eso lo que tanto tiempo hemos esperado y por eso somos tantos seres ahora sobre este sagrado planeta. Verdaderamente es ahora, en este tiempo que estamos totalmente involucrados en la materia que tenemos que espiritualizarla sin dejar de tocar la Tierra y alcanzando el cielo con nuestras manos. La exigencia espiritual es dogmática, la cerrazón de la materia también.

El cambio llegará cuando el hombre sea capaz de seguir su propio camino y sea capaz de trabajar por el desarrollo de su propia naturaleza, porque la libertad es el primer estadio de conciencia y esta nos reserva el poder ir más allá.

LUHEMA

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