"Algo de mis Yo's Puntosuspensivadas (…)" by Brenda G. alias Kamala Telb

Siddharta y Kamala

Palabras de Siddharta a Kamala

"Tú eres como yo, diferente de la mayoría de las personas, eres Kamala y nada más. Dentro de ti hay paz y un refugio a donde puedes ir a cada hora del día. Yo también puedo hacerlo. Poca gente tiene ese asilo y, sin embargo, todos lo podrían tener."

Ujuuum....ASI MISMITO!!

Ujuuum....ASI MISMITO!!

domingo, 21 de mayo de 2017

Bemidbar: El poder de la unidad por Karen Berg

Bemidbar: El poder de la unidad
Estamos separados para que encontremos la unidad.
Somos diferentes para que elijamos la armonía.
Somos distintos para que descubramos las muchas maneras en las que sorprendentemente somos iguales.
Esta semana leemos la porción de Bemidbar, el primer capítulo en el libro de Números. En esta historia los israelitas fueron contados, o “numerados”. ¿Para qué querría el Creador saber cuántos seguidores tenía? Después de todo, Él es el Creador. ¿No lo sabía ya debido a Su Omnipresencia? Afortunadamente, tenemos al Zóhar para que nos explique esto.
Había 600.000 almas contabilizadas. Al igual que había 600.000 cuando estaban en Egipto, 600.000 cuando salieron de Egipto y 600.000 cuando vagaban por el desierto. ¿Cuántas había cuando entraron a la tierra de Israel? ¡Correcto! 600.000. Ahora bien, ¿cómo puede ser así? Pasó mucho entre cada uno de esos períodos: murieron personas, nacieron bebés, pero su número no cambió. El Zóhar revela que 600.000 es el número de chispas de la Luz del Creador que están dispersadas entre todas las almas aquí en la Tierra. Hay miles de millones de personas en el planeta, muchas de las cuales comparten la misma chispa que tú y yo (por cierto, cuando conoces a alguien e inmediatamente sientes una atracción o una conexión espiritual con esa persona, con frecuencia esta es la razón).
No es coincidencia que la Torá también tenga exactamente 600.000 palabras. Si falta tan sólo una letra, se invalida toda la Torá. ¿Qué nos intenta enseñar la Torá?
Todos formamos parte de la fuerza divina conocida como la Luz creadora. Puede que parezca que estamos fragmentados, pero en esencia todos estamos conectados. Del mismo modo en el que cada letra de la Torá tiene un propósito, también lo tiene cada persona. Ese propósito es ayudarnos unos a otros, debido a que sólo a través de nuestra fuerza combinada —la unión de todas nuestras chispas— formamos la suma del todo. Por eso es tan importante el respeto mutuo y la dignidad humana por todas las personas, incluso por aquellas cuyas costumbres son diferentes a las nuestras. Se supone que seamos diferentes, se supone que seamos distintos y, de todos modos, actuar como Uno.
Esta es una poderosa semana para practicar la unidad. Esto no significa que nos volvamos mejores amigos de todos. No tenemos que agarrarnos todos de las manos y cantar “Un millón de amigos”. Sólo debemos ser conscientes del valor de cada quien, del valor de cada chispa que es única en sí misma. Todos tenemos personas que nos alteran, quizá ni siquiera sabemos por qué, pero algo en ellas nos molesta, ¿cierto? Pues bien, esta es una buena semana para hacer algo agradable por esas personas. Invítales un café o ayúdalas con su trabajo. Déjales algo especial anónimamente en su escritorio. Pueden parecer cosas insignificantes, pero con los pequeños gestos bondadosos construimos puentes donde una vez hubo muros. Así es cómo nos volvemos más unidos, más inspirados y nos acercamos un poco diariamente a un mundo más pacífico.
Que tengan una semana llena de bendiciones,
Karen
 
Si recibiste este correo de parte de un amigo y quisieras suscribirte, haz clic aquí

lunes, 15 de mayo de 2017

REENCARNACIÓN por Rav Berg

     




Muy alejada de la religión, pero completamente ligada a la Torá, la Kabbalah y la reencarnación siempre han producido reacciones hostiles tanto de parte de los religiosos como de los científicos. Quizá algunos religiosos le temen a la “blasfemia” de su contenido, mientras que los científicos le temen a la metafísica que los saca de los límites de su entorno conocido.

La filosofía del siglo XVII de Descartes que habla de la estricta separación entre la mente y el cuerpo llevó al estamento médico a concentrarse en el cuerpo como una máquina. En consecuencia, se le ha dado mucha importancia a los aspectos físicos y el campo de la psiquiatría ha sido relegado a un segundo plano en la investigación. Desde una perspectiva kabbalística, la historia de la humanidad es en realidad la del regreso de las almas. En efecto, ningún misterio en la larga historia del universo es tan esclarecedor como el comportamiento universal y repetitivo de sus habitantes.

Descubrimientos que posteriormente dan paso a grandes avances han tenido muy poco efecto en el pensamiento humano. ¿De verdad nuestro marco mental es diferente al de la gente de la Edad Media? A pesar de los drásticos cambios ambientales, junto al síndrome del progreso, ¿las necesidades psicológicas del ser humano han cambiado a lo largo de los siglos? ¿Realmente nos mejoramos al crecer con el progreso que continúa volviéndose más complejo con el paso del tiempo?

La reencarnación, junto al proceso de tikún (corrección), dirige y dicta nuestros patrones de pensamiento, sentimientos y actividades, aunque el comportamiento humano es genéticamente controlado en un grado significativo. Ahora bien, sé que esta posición desafía a la idea convencional de la mayoría de los científicos sociales que afirman que la educación cultural y ambiental, y no los principios relacionados con la encarnación, son los que forman la naturaleza humana. Los amplios efectos de nuestro espíritu humano interno se extienden a nuestros atributos y determinan nuestras acciones externas, que son completamente regidas y ejecutadas por fuerzas cósmicas relacionadas con la encarnación que predomina en ese momento.

Las acciones del hombre son verdaderamente controladas por el cosmos, pero sólo si fueron manifestadas en una vida anterior. En otras palabras, si un individuo cometió crímenes contra la humanidad en una encarnación previa, su alma reencarnada debe enfrentarse al mismo tipo de situación con la que se enfrentó en su vida pasada. Una persona nace en un momento muy específico, durante el cual la interrelación de los planetas y signos del Zodíaco canalizan conjuntamente el singular ADN físico y mental que encarna y abarca la magnitud de la última vida, al igual que todas las vidas anteriores que ahora se manifiestan en esta persona.

A la persona se le da una oportunidad para ejercer su libre albedrío y detener el panorama del casete de vidas pasadas o sucumbir a su influencia. En esencia, el cosmos presenta la oportunidad y el marco para lidiar racionalmente con nuestro casete de encarnación. Los hilos cósmicos de actividad no son la causa de la estructura predeterminada del casete de la vida. Esto ya fue definido por vidas pasadas.

No obstante, podríamos preguntar: “¿Cuáles son las probabilidades de tener éxito esta vez cuando ya hemos fallado en incontables vidas pasadas?”. La respuesta está en la presente Era de Acuario en la que ganamos la enorme y profunda información kabbalística con la cual la humanidad ahora tiene una oportunidad de oro. Los marcos de referencia negativos creados por nosotros nos dan una oportunidad para ejercer el libre albedrío y lograr la eliminación de Pan de la Vergüenza. Obviamente, si no existieran estas fuerzas cósmicas negativas, el hombre se conformaría simplemente con un tipo de inteligencia programada que sólo dicta una filosofía generosa y que nos dejaría en un estado que podría ser descrito como robótico. Sin embargo, como las fuerzas cósmicas negativas sí existen, tenemos la obligación y el propósito de pensar con libertad y ser individuos que eligen libremente.
Hasta ahora, la historia ha demostrado que la humanidad no ha logrado obtener el dominio de su destino. Con los avances científicos, nos hemos vuelto conscientes de una actividad interna y metafísica que parece crear aún más incertidumbre. Ahora vivimos en un tiempo de gran conmoción, un tiempo en el que las tradiciones y las respuestas del pasado están siendo cuestionadas.

Con todo y eso, antes de continuar, voy a dirigirme a quienes cuestionan el tema de la reencarnación. Empecemos con el versículo en Eclesiastés 1:4: “Una generación va y otra generación viene, pero la Tierra permanece para siempre”. El Zóhar nos dice que lo que este versículo significa en realidad es que la generación pasada es la misma que la reemplaza. Una pista idéntica puede encontrarse en Los Diez Enunciados (Éxodo 20:5), la cual dice: “Castigo la iniquidad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación”. Esto no significa, como algunas personas han dicho erróneamente, que Dios está tan lleno de ira que no le basta con castigar solamente al pecador, sino que castiga también a los nietos y bisnietos del pecador. 

¿Quién amaría y adoraría racionalmente a una deidad tan feroz y vengativa?
El Zóhar revela que la verdad de este versículo es que la tercera y la cuarta generación son, de hecho, las anteriores, un alma regresa en la forma de su propio descendiente para poder corregir los pecados citados como “la iniquidad de los padres”. En la Biblia hay bastantes ejemplos que apoyan esto.

El concepto de reencarnación predomina en muchas culturas; por ejemplo, los indígenas del continente americano. En oriente, la enseñanza de la reencarnación es generalizada y tiene mucha influencia. Es la base de la mayoría de los sistemas filosóficos de la India, donde cientos de millones aceptan el hecho de la reencarnación como nosotros aceptamos la gravedad como una fuerza de la naturaleza.

Pero como toda idea de gran antigüedad, el concepto de la reencarnación llegó a la mayor parte del mundo en medio de un cúmulo de superstición y malentendido. La superstición es tan desagradable para la manera de pensar occidental que se ha desacreditado bastante el valor filosófico de la idea central de la reencarnación. Recientemente, muchas películas han tenido como tema la idea de la reencarnación porque todas estas fantasías esconden una verdad básica y eterna. ¿De qué otra manera esta idea pudo haber perdurado por tantos miles de años? ¿De qué manera habría atraído a tantos pensadores versados?

La pregunta que aún se hace toda la humanidad es: si Dios realmente existe, ¿por qué hay tanta miseria en el mundo? ¿Por qué los delincuentes no son castigados y los justos pasan por tanto sufrimiento inmerecido? Muy a menudo el criminal es liberado y el inocente es encarcelado. Si todas las almas son iguales al nacer, ¿por qué los destinos humanos son tan desiguales? ¿Acaso debemos regresar a la doctrina desesperanzadora de la predestinación? ¿Todo es regido por la suerte?

En lo que concierne a este mundo, la igualdad humana es un mito. Somos desiguales mentalmente, espiritualmente y moralmente. Algunos tienen cuerpos fuertes y sanos, otros son frágiles y están enfermos.

En un niño podemos ver el evidente desarrollo de conciencia; la mente y su crecimiento con el paso del tiempo. A una edad avanzada, la conciencia desaparece repentinamente con la muerte del cuerpo. Cuando el instrumento es destruido y la conciencia ya no se hace sentir físicamente, ¿esto implica la aniquilación de la mente y el alma? ¡La respuesta es no!

El alma de una persona no depende de la existencia del cerebro como tampoco un músico depende de la existencia de su violín, aunque ambos instrumentos son necesarios para la expresión musical en el mundo físico. Sólo cuando logramos entender por completo este punto de vista podemos comenzar a abordar el estudio de la encarnación. La conciencia humana existió desde antes de su nacimiento, y por conciencia humana me refiero al alma. Este es el primer dato fundamental sobre la reencarnación.

Mi intención con este artículo no es probar que la reencarnación es un hecho de la naturaleza, si bien hay abundante evidencia que respalda dicha proposición. La persona que sienta la necesidad de aprobación puramente científica debe darse cuenta de que al examinar profundamente el mundo subatómico de nuestra existencia, vemos que la aprobación puramente científica de algo se vuelve prácticamente imposible. La mecánica cuántica y el “principio de incertidumbre”, ahora respetado científicamente, se han encargado de eso.

En esencia, la verificación no está en la acumulación de pruebas más estrictas de la reencarnación, sino en la persuasión de escépticos para que acepten lo que ya se ha explicado. 

Desafortunadamente, entre el mundo abstracto de especulación y el mundo real de experimentación siembre ha habido y habrá una continua tensión, a veces hasta conflicto, y debido a este problema las personas comunes han sido excluidas y sólo se pudieron poner al corriente de las realidades de la Kabbalah muchos siglos, si no milenios, después.
No obstante, en la Era de Acuario, con la doctrina y principios de la Kabbalah explicados de manera sencilla, la idea de la reencarnación se está difundiendo fenomenalmente. Tal y como es interpretado por el Zóhar y el Arí, Rav Yitsjak Luria, la reencarnación le permite a la humanidad entender la solución de los asuntos complejos de la vida. El Arí afirmó en Puerta de las reencarnaciones que si una persona no reconoce la existencia de encarnaciones pasadas, la capacidad para lograr tikún o alcanzar un estado de corrección se vuelve imposible.

Por muchos años, no pude relacionar el logro de tikún con el conocimiento de encarnaciones pasadas. Sin embargo, con el pasar del tiempo, se ha vuelto extremadamente claro que en una vida podemos reconocer nuestros errores sólo después de que es demasiado tarde para realizar cambios. Estamos muy viejos o muy débiles en la última etapa de nuestra vida como para modificar nuestro estado de conciencia o para estar conscientes de las actividades negativas que formaron parte de nuestra vida individual en las encarnaciones pasadas.

Pero, si pudiéramos obtener una conciencia de las acciones negativas que realizamos en vidas pasadas, el conocimiento de nuestra experiencia llegaría más temprano en nuestra vida para permitirnos tener la energía y la valentía para cambiar. A lo largo de muchas vidas, la humanidad puede encarnar en cualquiera de los tres Reinos inferiores, a saber: Animal, Vegetal e incluso Inanimado. El Reino en el que reencarnaremos depende de la naturaleza de nuestras acciones negativas.

Piensa por ejemplo en el personaje bíblico Bilaam, quien estaba empeñado en maldecir a los israelitas durante sus años en el desierto. Él reencarnó en el Reino Inanimado para aprender los efectos de no prestarle atención a las palabras que uno emite. Confinado a una piedra, el alma de Bilaam pasó por el dolor del silencio. Otras personas podrían reencarnar como una hoja de un árbol para ser golpeadas sin cesar por el viento.
Si bien para la mentalidad y cultura occidental la tradición de la reencarnación probablemente suene muy extraña, debido a que la característica esencial de esta cultura está basada principalmente en una concepción mecánica del papel del hombre en el universo, ignorar la realidad de la reencarnación es dejar de lado una verdadera experiencia de aprendizaje. Cuando seguimos el camino de la evaluación de nuestros comportamientos y por qué pensamos como lo hacemos, seguramente nos acercamos a la razón de nuestro presente estado y el propósito de nuestra existencia.

Asumir que vinimos a este mundo sin ningún propósito es rechazar la idea de que el vasto universo tiene rumbo y significado. El Arí, Rav Yitsjak Luria, puede tener mucha razón al decir que ignorar el hecho de la reencarnación es permitirle a la humanidad existir sin rumbo y, en consecuencia, vagar en el caos.

Ignorar la realidad de que nuestra existencia ha estado llena de absoluto caos desde el inicio de los tiempos nos aleja de la necesidad de conseguir soluciones. Sólo un tonto rechaza cualquier posibilidad, especialmente cuando el mundo no se ha convertido en un mejor lugar para vivir. Rechazar las reglas y principios o la esencia de reencarnación llevará a la humanidad a un ambiente inaceptable en el que las personas continúan devorándose unas a otras, ya sea pacífica o violentamente.

Recuerdo la conocida historia del Baal Shem Tov sobre el tema de la reencarnación. Un día un estudiante se le acercó y le pidió que le diera ejemplos que demostraran la existencia de la reencarnación. Así pues, le dijo al estudiante que fuera a un parque específico, se sentara y observara. Al sentarse en una de las bancas del parque, notó que un hombre se aproximó a una banca contigua con un pequeño maletín en su mano. Después de un rato, el hombre se levantó y se fue, pero dejó el maletín. Unos instantes después, otra persona se sentó en la misma banca y notó el maletín. Lo abrió y encontró una gran cantidad de dinero. Rápidamente cerró el maletín y corrió como un ladrón. Al rato, un tercer hombre, quien aparentemente estaba muy cansado, se sentó en la misma banca. Unos minutos después, el primer hombre regresó a la misma banca buscando su maletín. Asumiendo que sólo había pasado un instante desde que se había ido, confrontó a quien estaba en ese momento en la banca, le pidió que le regresara su bolso lleno de dinero.

El hombre desconcertado respondió con una expresión vacía y exclamó: “¿De qué está hablando? Acabo de sentarme”. Con esa respuesta, el hombre del maletín pensó que el otro se estaba negando a regresarle su dinero y, por lo tanto, le dio una golpiza al supuesto ladrón.

El estudiante del Baal Shem Tov estaba completamente confundido, de inmediato se dirigió a la casa de su maestro. Después de reunirse con él, el estudiante exclamó que lo que había visto lo llevó a pensar que en el mundo sólo hay caos. En efecto, el concepto de reencarnación que suele crear una apariencia de orden en el universo sólo es ilusorio. El estudiante luego contó lo que vio. Un hombre está afligido por la pérdida de su maletín, otra persona se beneficia de su infortunio y, finalmente, la imagen del caos total: un inocente es golpeado sin razón.

El Baal Shem Tov respondió que el estudiante no había entendido toda la implicación de la escena que en realidad es el reflejo de un incidente entre ambos individuos en una vida pasada. El primer poseedor del maletín le había robado dinero al segundo individuo y ahora, en esta vida, el segundo recuperó lo que el primero le había robado en una vida pasada. El tercero, explicó el Baal Shem Tov, había sido el juez que no reconoció ni analizó los hechos del caso que debía revisar. Si hubiese sido un juez de mente y corazón puros, ningún falso juicio habría surgido bajo su jurisdicción. El Baal Shem Tov continuó explicando que las leyes y principios naturales de este universo rigen con exacta precisión. El plano caótico que parece prevalecer lleva a la gente a creer que no hay ninguna ley ni orden en el universo y que la justicia no existe. El criminal no es castigado y el inocente suele sufrir indebidamente. Sin embargo, si logramos comprender las doctrinas de la reencarnación, nos damos cuenta de por qué nacen bebés con defectos y entendemos muchos de los sucesos aparentemente injustos.

Precisamente por esta razón el Arí declaró que si una persona no comprende los efectos de sus vidas pasadas ni la necesidad de hacer correcciones, inevitablemente esa persona debe sufrir los efectos hasta que se realice un tikún completo. El Arí deja claro que antes de que una persona pueda conocer y cumplir las leyes del tikún, debe saber la raíz y lugar de su alma. No obstante, para saberlo primero debe conocerse la estructura dentro de la cual están la raíz y el lugar.

Adán, cuyo nombre significa “hombre”, fue el almacén de todas las almas que existirían en la Tierra. Por lo tanto, su propia alma era divisible infinitamente. Cuando pecó en el Jardín de Edén, el almacén de la vasija se rompió y estos fragmentos son lo que los kabbalistas llaman “chispas”, cada una es tan única como la doble hélice del ADN que determina cada característica del individuo que la recibe. Las inteligencias que en algún momento formaron parte del cerebro de Adán encarnaron como personas inteligentes cuyo trabajo está relacionado con la actividad mental. Las fuerzas inteligentes que formaron parte de los dedos de Adán tomaron forma humana y son las personas cuya actividades están relacionadas con el trabajo manual, por ejemplo, artesanos y artistas. Así pues, cada fuerza de energía inteligente del perfil de Adán transmigró con su fórmula de ADN particular y estas representan las diferentes personas que habitan la Tierra.

Una de las muchas preguntas que se hacen las personas que entienden por completo el concepto de la reencarnación es la razón por la que algunos padres son bendecidos con hijos que tienen sabiduría y valores de santos y otros padres tienen hijos ignorantes y amorales. Cierto, estos niños tienen algo o mucho por corregir. Sin embargo, ¿qué determina el tipo de hijo que tendrá una persona?

Para responder esa pregunta en el caso de cada uno de los nacimientos que han ocurrido y que ocurrirán, busca una condición específica en un momento particular: los pensamientos de los padres durante las relaciones sexuales. Si los pensamientos de un hombre y una mujer están llenos de lujuria y son motivados sólo por el deseo de autocomplacencia, su hijo reflejará egoísmos y lujuria, mientras que el niño concebido en un momento de profundo amor y entendimiento mutuo reflejará características positivas. Debido a que cada alma al regresar de la muerte debe encontrar un lugar en el que las condiciones sean similares a las que acaba de dejar, los padres prácticamente eligen su descendencia como si seleccionaran de un catálogo cósmico.

Entonces, la concepción, en una escala que va desde la rabia de una violación al hacer el amor de una forma elevada y justa, influye en si los niños nacerán furiosos o justos. Por supuesto, hay excepciones a la regla. Algunas almas que ya terminaron su tikún regresan a este plano con una misión para la humanidad que no tiene nada que ver con karma. Rav Shimón bar Yojái, una chispa reencarnada de Moshé, no tenía razón relacionada con el tikún para estar en esta Tierra hace 2000 años. Pero sólo él podía revelar la sabiduría del Zóhar. Del mismo modo, Rav Yitsjak Luria apareció sólo para interpretar el Zóhar y diseminar su sabiduría, él era una chispa reencarnada de Rav Shimón bar Yojái.

Para el hombre y la mujer común ser padre es abrir un canal para un alma que mejorará sus vidas o las hará miserables. Es un panorama aterrador y quienes no saben nada sobre Kabbalah o rechazan el tema de la reencarnación, juegan con su vida en el arte de la procreación. Felices son aquellos que están con su alma gemela en dicha situación, ya que las almas gemelas están en unidad y son tan felices en la compañía de la otra persona que sólo los pensamientos más benignos pueden entrar en el acto de hacer el amor.

En el Infinito, todas las almas eran una. Pero el Zóhar nos dice que el Creador separó cada una de su circuito positivo-negativo, así creó al hombre y a la mujer. Las almas gemelas son las mitades de una misma alma que se encuentran de nuevo usualmente después de vagar por muchas vidas en búsqueda de la otra y completando su tikún.

Como regla general, las almas gemelas pueden encontrarse y casarse sólo después de pagar la deuda kármica. Por lo tanto, pocas personas en el mundo se encuentran con su alma gemela en un momento determinado. Aun así, hombres y mujeres se encuentran y se casan, a veces hasta se divorcian y se casan de nuevo. No obstante, ninguna de estas uniones es inútil según los kabbalistas. Todas tienen el fin de enseñar alguna lección o virtud que se debe obtener.

Hay un sabio adagio que dice: “El matrimonio es como una ciudad sitiada: los que están adentro quieren salir, los que están afuera quieren entrar”. Con la epidemia de divorcios de quienes se casan, ¿para qué casarse? Debido a que el matrimonio tiene un papel tan importante en cualquier sociedad, es importante entender dicho papel. Las leyes cósmicas de la reencarnación no pueden ser cambiadas y la carencia de conocimiento de esas leyes produce muchos de los problemas actuales.

No podemos ocultar la inestabilidad y la falta de devoción que estropean la mayoría de los matrimonios modernos. Un verdadero matrimonio de almas gemelas es aquel en el que el amor incondicional es la base de su unión. No puede obtenerse un alto nivel de amor incondicional sin un entendimiento profundo sobre la reencarnación. El Zóhar afirma que ninguna relación humana importante es cuestión de suerte. El Rey David y Batsheva fueron el resultado directo de un proceso de tikún que se estableció al momento de la creación del mundo. Un matrimonio en el que los participantes simplemente no puedan soportar estar sin el otro todo el tiempo es un ejemplo de almas gemelas en su máxima expresión. La armonía de todo el universo es mantenida por este equilibrio. El estudio de la rencarnación es el factor más importante para la estabilidad del mundo.


(Extraído de Kabbalah Magazine, Vol. 2 Edición 2, enero 1997)


BEHAR-BEJUKOTAI: SOLTAR por Karen Berg

     




Todo ocurre por la gracia de Dios. Absolutamente nada ocurre sin la presencia de la mano del Creador.

Esta semana, dos porciones, Behar y Bejukotai, están combinadas. Ambas hablan independientemente del precepto de shemitá, el año sabático que tiene lugar en Israel y es el séptimo año del ciclo agrícola de siete años. Así como la gente descansa de los esfuerzos de los días laborales en el séptimo día, también se le pide a la tierra de Israel que se desconecte del mundo de Maljut en el séptimo año y que no sea trabajada. También es interesante notar que la shemitá fue el único precepto dado en el Monte Sinaí. ¿Por qué es tan importante que durante todo el séptimo año Israel no trabaje la tierra? ¿Por qué es tan crucial el año sabático? Más importante aún, ¿cuál es la lección para nosotros que se relaciona con nuestra vida hoy día?

El Zóhar revela que el año sabático consiste en desarrollar la certeza, una confianza total y absoluta en la Luz del Creador. Es como si el Creador dijese: “No trabajen la tierra el séptimo año y Yo les daré bendiciones para todos los años”. ¿Debemos dejar de trabajar por todo un año y sólo confiar en que el universo proveerá? No, no se trata para nada de eso. La Biblia es hermosamente precisa en su poesía. Fíjate en que no dice que nosotros no debemos trabajar, sino que la tierra no debe ser trabajada. Esto es un indicio de que realmente se está hablando de un alejamiento del mundo físico.

Es muy fácil atascarse en el mundo físico. Después de todo, es donde vivimos. El lugar donde trabajamos, nos esforzamos y empeñamos nuestra sangre, sudor y lágrimas con el fin de manifestar para nosotros y los demás. Estamos destinados a hacer todas estas cosas, pero también debe haber una conciencia de que el sustento y las bendiciones no son provocadas sólo por nuestras manos, debido a que la mano del Creador está involucrada al menos en igual proporción. Por ejemplo, una persona podría registrarse en todas las páginas web de citas del mundo. ¡Podría tener siete citas a la semana! Aun así, no encontrará a su alma gemela hasta que el Creador lo considere oportuno. Tan importante como es invertir esfuerzo lo es aprender a soltar y dejar actuar a Dios.

Este es un trabajo espiritual intenso. Vivir en el mundo de la físicalidad, luchar con toda nuestra alma y corazón por nuestras metas y, aún así, no apegarnos al resultado, teniendo certeza en que la Luz prevalece. Es bastante paradójico, pero como solía decir el Rav: La verdad está en la paradoja.

La energía de esta semana puede ayudarnos a soltar nuestras intenciones ocultas, nuestra idea rígida sobre lo que deberíamos obtener, sobre hacia dónde vamos y por qué. Durante los próximos siete días, practica el arte de soltar. Pase lo que pase, recuerda que Dios está allí.

Esto no significa que debamos dejar de luchar por ser la mejor persona que podamos ser, hacer el mejor esfuerzo posible y cumplir nuestros objetivos. Sólo significa que también debemos recordar que nuestros sueños son muy pequeños al compararlos con todo con lo que el Creador quiere bendecirnos. A veces, todo lo que necesitamos para sentir la abundancia de la Luz es simplemente entregarnos a ella.

Esta semana, que soltar sea tu verdadero norte.

Que tengas una semana llena de bendiciones,

viernes, 12 de mayo de 2017

LAG BAÓMER: UNA APERTURA PARA LA HUMANIDAD por Karen Berg

     



¿Te imaginas un mundo en el que todos sepan que cada uno es una chispa de la misma Luz divina, sin importar su modalidad de oración o nuestro camino personal hacia Dios? ¿Un mundo en el que el odio haya sido transformado en amor? ¿Un mundo en el que veamos y sintamos la verdad de nuestra naturaleza espiritual suprema? ¿Un mundo en el que tengamos total conocimiento de nuestra conexión con los demás y seamos completamente satisfechos y alimentados a través de esa unidad?

Ese es el mundo que Rav Shimón bar Yojái, autor del Zóhar, vislumbró y encapsuló. Es la energía de la Redención Final de la humanidad; cuando todas la lágrimas, el dolor y el sufrimiento dejen de existir porque la humanidad no las necesita más para alcanzar su estado más elevado. Esa es la energía que está disponible para nosotros en Lag BaÓmer.
Cuando un alma justa deja este mundo, la luz de su alma resuena en todo el cosmos. Cada año, en el día que Rav Shimón dejó este mundo —18 de Tauro, el día 33 del Ómer—, la energía de Rav Shimón fluye en nuestro plano para ayudarnos a nutrirnos y transformarnos.

¿Quién es Rav Shimón? En resumen, fue una de las almas más poderosas en pasar por esta Tierra. Fue estudiante de Rav Akivá, el Rosh laJajamim “jefe de los sabios”, quien fue desollado vivo por los romanos por haber compartido la causa de la espiritualidad. Rav Shimón también fue perseguido y fue forzado a esconderse con su hijo en una cueva por trece años. Allí recibió la sabiduría del Zóhar, una revelación tan poderosa que cuando salió de la cueva, campos enteros hicieron combustión espontánea debido al poder colosal de su mirada.

En la época en la que Rav Shimón vivió, el mundo no estaba listo para una revelación espiritual de esa magnitud. El Zóhar provino de un lugar tan excelso que pocos podían entender o del que poco podían aprender. Fue necesario el trabajo de almas como Rav Yitsjak Luria, Rav Áshlag en el siglo XX, y mi esposo Rav Berg, para hacerlo accesible a la gente. Hoy en día, millones de personas de todas las religiones y caminos de vida están estudiando la sabiduría de la Kabbalah, y logran la elevación de su alma gracias al Zóhar.
Lag BaÓmer es una apertura a través de la cual podemos tener acceso a milagros, sanación y abundancia, quizá más que en cualquier otro día del año. Todo lo que se nos pide para acceder a ella es simplemente ser conscientes de su presencia, la presencia de Rav Shimón, y vivir en un estado de felicidad debido a que este es un tiempo de elevación y nuevos comienzos. Sé feliz, conéctate con el deseo de tu alma y fomenta el compañerismo con los demás cada vez que puedas. Aún más importante, encuentra maneras de compartir. Rav Shimón no guardó su Luz para sí, tampoco deberíamos hacerlo nosotros.

Si los kabbalistas a lo largo de los siglos fueron pioneros, entonces tú y yo estamos en la frontera final. Nuestro papel es tomar esta energía y darle forma en nuestro mundo físico a través de nuestra conciencia, palabras positivas y acciones amorosas y bondadosas.

Somos bendecidos con la conciencia de la presencia de la Luz en Lag BaÓmer. Usémosla para hacer del mundo un lugar mejor para nuestra existencia y, de ese modo, verdaderamente llegar al tiempo en el que “todos conozcan la gloria de Dios”.

domingo, 7 de mayo de 2017

Emor: El deseo del alma por Karen Berg

Emor: El deseo del alma
Cada persona es un mundo. Al compartir nuestra Luz con tan sólo una persona, nos volvemos servidores de toda la humanidad.
La porción de Emor de esta semana contiene los preceptos relacionados con las cualidades y responsabilidades del Sumo Sacerdote (Cohén HaGadol). Pero ¿en qué modo se relacionan estas labores sacerdotales con nosotros? ¿Debemos simplemente ignorar esta sección de la Biblia? Todo lo contrario, los kabbalistas enseñan que cada pasaje de la Biblia contiene sabiduría y energía que podemos usar en nuestra vida en cada generación. No hay ninguna palabra superflua en toda la Biblia, ni siquiera una letra. Afortunadamente, el Zóhar esclarece bastante las lecciones ocultas en Emor.
Quizá recuerdes que hace unas semanas examinábamos una porción que exponía los detalles del Templo Sagrado: cómo fue construido y qué se realizaba allí. La lección era que a pesar de que ya no existe ningún Templo Sagrado hoy en día, depende de cada uno de nosotros crear el Templo Sagrado en nuestro interior haciendo todo inspirados por el amor. En el mismo sentido, podemos comenzar a entender la lección de esta semana. Todos y cada uno de nosotros tenemos el poder de convertirnos en Sumos Sacerdotes para el mundo. La suma de preceptos para el Cohén HaGadol era cumplir un propósito particular: servir a toda la humanidad.
En nuestro tiempo, este trabajo depende de nosotros. Suena un poco arrogante, ¿verdad? Sin embargo, cuando entendemos el principio espiritual de la unidad —todos y todo está interconectado— entonces podemos comenzar a ver que lo que les hacemos a los demás, en esencia, nos lo hacemos a nosotros y al mundo. En efecto, en lugar de designar a un “elegido” en nuestro tiempo, depende de cada uno de nosotros elegir servir. Compartir con una sola persona es compartir con todas.
Hablamos mucho sobre “compartir” en nuestras clases del Centro de Kabbalah. La palabra “compartir” suena muy básica, pero hacerlo tiene connotaciones profundas. Esto se debe a que compartir está intrínsecamente vinculado con el anhelo de nuestra alma. Todos tenemos muchos deseos durante el día. En un momento dado, podríamos pensar: Quiero mi bolígrafo. Quiero mi silla. Quiero una nueva computadora. Quiero atención. Quiero placer. Quiero tener a mi alma gemela. Cuando lo piensas, ¡la lista de deseos diarios es infinita! Sin embargo, el alma es diferente.
El alma sólo tiene un deseo, firme e inmutable: compartir.
Por esa razón se siente tan agradable compartir. No tiene sentido lógico que al dar algo me deba sentir mejor que cuando recibo pero, de algún modo, eso es exactamente lo que ocurre. Esta es una poderosa semana para estar conscientes de esta paradoja espiritual. La mejor manera de recordarlo es, por supuesto, ponerlo en práctica. Cuando queremos recibir, cuando queremos satisfacer nuestro ego y cuando otros deseos nos consumen; detengámonos por un momento y encontremos una manera de dar. Da misericordia. Da amor. Da bondad. Sonríe. Demos de nuestra Luz y permitamos que ilumine la oscuridad de los demás a la vez que disipamos la nuestra.
La belleza de lo que podemos aprender de los Sumos Sacerdotes es que fueron elegidos para perseguir el deseo de su alma. Esta semana somos llamados a tomar la decisión por nosotros mismos.
Esta semana, que el deseo de tu alma sea tu verdadero norte.
Que tengas una semana llena de bendiciones,
Karen
P. D.: ¡Me gustaría compartir más contigo! Puedes contactarme e interactuar conmigo a través de cualquiera de las siguientes redes sociales. https://www.facebook.com/karenbergkabbalah/
 
Si recibiste este correo de parte de un amigo y quisieras suscribirte, haz clic aquí

domingo, 30 de abril de 2017

Ajarei Mot-Kedoshim: el secreto de la Regla de Oro por Karen Berg

Ajarei Mot-Kedoshim: el secreto de la Regla de Oro
Puede que la Regla de Oro no sea una regla, sino un secreto oculto para la felicidad.
La porción de Ajarei Mot-Kedoshim de esta semana es tan poderosa que la leemos dos veces al año: una en Yom Kipur y otra en Shabat en el mes de Iyar (Tauro). Hay una infinidad de lecciones que podemos aprender de esta historia e innumerables beneficios que obtener por escuchar su lectura. Una de las más importantes es la enseñanza espiritual que es el propósito de la existencia de todos los preceptos, debido a que en esta porción encontramos la Regla de Oro: Ama a tu prójimo como a ti mismo.
Para muchas personas, este precepto es muy complicado. ¿Cómo puedo amar a mi prójimo como a mí mismo si yo no me amo? Es más, ¿cómo puedo amarme si no me conozco?
Usemos el entendimiento espiritual para que nos ayude a revelar la esencia más profunda y oculta de esta frase y sus aspectos complejos.
En lo que se refiere a conocerse, algunas personas pasan toda una vida tratando de hacerlo. La verdad es que estamos destinados a evolucionar, cambiar y crecer constantemente. La persona que éramos hace diez años por supuesto no es la misma que somos hoy, así pues, conocerse es más un viaje que un objetivo final.
Asimismo, amarnos realmente es entender que somos seres divinos. El amor propio más fuerte es una admiración y respeto absolutos por el hecho de que llevamos en nuestro interior una chispa del Creador que nunca puede ser menospreciada, desprestigiada ni destruida. Es con un profundo respeto por la Luz dentro de nosotros y dentro de los demás que podemos comenzar a amar.
Aún más importante, en mi caso, los momentos en los que más he aprendido sobre mí no fueron los momentos de introspección ni meditación. Descubro mucho más cuando dejo de concentrarme tanto en mí y comienzo a fijar mi atención en cómo puedo compartir mi Luz con los demás. La mente puede saturarse tanto de preocupaciones, dudas y ansiedad, que a veces puede parecer imposible vencer los pensamientos negativos. Sin embargo, cuando me ocupo en amar al prójimo —encontrar maneras genuinas de compartir más, cuidar más, esforzarme más de lo habitual—, entonces salgo por completo de mi marco mental. Los dolores de cabeza se disipan. Las preocupaciones desaparecen. La oscuridad en nuestra propia vida es expulsada por la Luz que encendemos por los demás. Al compartir, y por ende amar, a nuestro prójimo, estamos compartiendo y amándonos a nosotros mismos de la manera más profunda.
De este modo, podemos ver que el Creador no nos dio una regla en absoluto, sino un circuito con el cual obtener la mayor cantidad de felicidad en nuestra vida. Fíjate en la estructura de la frase, la primera parte nos insta a amar a los demás, mientras que la segunda nos sugiere hacerlo tanto como a nosotros mismos.
Al amar a nuestro prójimo descubrimos nuestra propia divinidad y, a su vez, nuestra conexión con la Luz. Ama a tu prójimo como a ti mismo es la llave que abre el mejor de los tesoros: la abundancia de plenitud que el Creador solamente busca otorgarnos.
Hay una energía en el cosmos esta semana que puede ayudarnos a que hagamos del precepto más sagrado nuestra prioridad. Para cumplir con el precepto de ama a tu prójimo como a ti mismo y beneficiarnos de una conexión más profunda con la Luz, toma en cuenta dos cosas a diario: 1) Toma un momento para reconocer la Luz divina que está en tu interior. 2) Encuentra una manera de compartir esa Luz con los demás.
Como verás, es mucho menos complicado de lo que creemos. Eso porque la Luz siempre es simple.
Esta semana, haz que amar a tu prójimo como a ti mismo sea tu verdadero norte.
Que tengas una semana llena de bendiciones,
Karen
 
Si recibiste este correo de parte de un amigo y quisieras suscribirte, haz clic aquí

domingo, 23 de abril de 2017

TAURO: REFLEJAR NUESTRO SER PERFECCIONADO por Michael Berg

 
     

Hay una hermosa enseñanza que es muy práctica para nosotros en el mes de Iyar, o Tauro. Los kabbalistas enseñan que cada uno de nosotros existe en dos ámbitos: hay una manifestación de nuestro ser en este mundo, que es lo que conocemos de nosotros, y hay también una imagen celestial perfeccionada de nuestro ser. Nuestro trabajo de vida y el propósito por el cual vinimos a este mundo es que la persona que somos ahora, a paso lento pero firme y a través de nuestro trabajo, crecimiento, estudio y cambio, sea el reflejo más parecido de nuestro Ser Perfeccionado que existe en el Mundo Celestial.

Muy a menudo en la Torá encontramos una discusión acerca de las Grandes Almas, y el nombre se menciona dos veces, por ejemplo: “Avraham, Avraham”. Los kabbalistas explican que esto se debe a que, en este ejemplo, Avraham trabajó, creció y cambió tanto que la manifestación física de su ser en este mundo coincidió perfectamente con su ser en el estado perfeccionado del Mundo Superior. Ese es nuestro trabajo de vida, porque quienes somos como manifestación en este mundo, para la mayoría de nosotros, está muy distante de nuestra parte perfeccionada, el Ser Perfeccionado que existe en el Mundo Superior.

Los kabbalistas dicen que casi todo el dolor que sentimos en nuestra vida se debe a esa disparidad entre cómo nos hemos manifestado hasta ahora y el Ser Perfeccionado que existe en el Mundo Celestial. Avraham lo alcanzó. Moshé lo alcanzó. Sus manifestaciones en este mundo representaban exactamente quienes ellos eran en el Mundo Celestial.

Hay una cita famosa del gran Kabbalista Rav Zusha de Anipoli: “Cuando vaya a los Mundos Celestiales no estaré preocupado de que me pregunten por qué no fui como Avraham o como Moshé. Mi única preocupación es que me pregunten: ‘¿Por qué no fuiste como Zusha, por qué no fuiste tú mismo?’”. Esa es la realidad de la distancia que la mayoría de nosotros tenemos. 

Quienes somos en este mundo todavía ni se acerca a quienes somos en el Mundo Celestial. 

Para la mayoría de nosotros, quienes somos en el Mundo Superior es diez veces, quizás cien veces, más poderoso, grandioso, feliz y conectado de lo que hemos manifestado hasta ahora en este mundo. 
  
Y hay una historia que ilustra esta noción. El gran profeta Eliyahu HaNaví, Elías el Profeta, tuvo un estudiante que se llamaba Elishá. Cuando Eliyahu se preparaba para partir de este mundo, su estudiante, quien iba a ser el líder y profeta después de él, le hizo una petición muy extraña a su maestro. Le dijo: “Dame una doble porción de tu espíritu, dame la capacidad de hacer el doble de lo que tú has hecho, dame el doble de tu grandeza. Dame la Luz y la capacidad para asistir, enseñar y bendecir el doble de lo que tú has podido hacerlo”. 

Los kabbalistas hacen una pregunta muy obvia, y el Zóhar habla acerca de ello. No puedes pedirle a alguien que te dé algo que no tiene. Si vas a alguien que sólo tiene cien dólares y le pides que te preste doscientos dólares, no podrá hacerlo. Puede prestarte cien dólares porque es lo que tiene, pero no puede prestarte doscientos. Así que, ¿cómo Elishá le dijo a su maestro, Eliyahu el Profeta: “Dame el doble de tu espíritu, y el doble de tu poder, Luz y bendiciones”?

¿Cómo podía Elishá pedirle a su maestro que le diera el doble de su Luz? Los kabbalistas explican que cuando una persona ha completado su trabajo en este mundo, es decir: se ha trasformado, ha crecido y ha cambiado en el grado que estaba destinado a cambiar, entonces cuando parte de este mundo su Ser Inferior, como se manifiesta perfectamente en este mundo, y su Ser Superior se funden. Y cuando el Ser Inferior que existe en este mundo ve al Ser Perfeccionado, se dirige hacia él, y es su experiencia al partir de este mundo. 

Así que, para Eliyahu, quien iba a partir de este mundo, había llegado al punto en el que su ser físico era un reflejo fiel de su Ser Superior; por ende, Elishá podía pedirle el doble de todo lo que había hecho en este mundo, porque tanto su Ser Perfeccionado y el Ser que trabajó para ser reflejo de esa perfección se habían unido, y por tanto, literalmente se estaba revelando doble cantidad de Eliyahu el Profeta cuando partía de este mundo.

Los kabbalistas dicen que es un gran mérito estar cerca de una persona justa que ha alcanzado este reflejo de su ser cuando parte de este mundo. Por lo tanto, Eliyahu el Profeta le dice a su estudiante, Elishá: “Si estás conmigo mientras parto de este mundo, recibirás el doble de mi fortaleza, el doble de mi Luz y el doble de mi capacidad para traer bendiciones y orientación a este mundo”. Y como leemos en el resto de la historia de la vida de Elishá, él fue capaz de hacer el doble de lo que su maestro hizo en todas las áreas.
De esto aprendemos una noción muy importante: hay dos de nosotros. Está quien hemos manifestado en este mundo y el ser con el cual deberíamos compararnos, nuestro Ser Perfeccionado que existe en los Mundos Celestiales. Todo el dolor que sentimos, y que se manifiesta de diversas formas en nuestra vida, se debe a esa disparidad y el tiempo que tardamos en acercar nuestros dos seres; nuestra versión manifestada en este mundo físico, que lamentablemente todavía no crece o no cambia lo suficiente, tiene dudas y temores, y nuestro Ser Perfeccionado que está completamente conectado. Ese es el propósito de nuestra vida en este mundo. No es aspirar a ser como alguien más, es simplemente impulsarnos al punto de crecer y cambiar para que así nuestro ser en este mundo sea un reflejo fiel de nuestro Ser Perfeccionado y elevado que existe en los Mundos Superiores. 

La capacidad de hacer esa conexión es uno de los grandes regalos de este mes de Tauro.  
Palabras Clave: AstrologíaAriesTauroConciencia