¿Te imaginas un mundo en el que todos sepan que cada uno es una chispa de la misma Luz divina, sin importar su modalidad de oración o nuestro camino personal hacia Dios? ¿Un mundo en el que el odio haya sido transformado en amor? ¿Un mundo en el que veamos y sintamos la verdad de nuestra naturaleza espiritual suprema? ¿Un mundo en el que tengamos total conocimiento de nuestra conexión con los demás y seamos completamente satisfechos y alimentados a través de esa unidad?

Ese es el mundo que Rav Shimón bar Yojái, autor del Zóhar, vislumbró y encapsuló. Es la energía de la Redención Final de la humanidad; cuando todas la lágrimas, el dolor y el sufrimiento dejen de existir porque la humanidad no las necesita más para alcanzar su estado más elevado. Esa es la energía que está disponible para nosotros en Lag BaÓmer.
Cuando un alma justa deja este mundo, la luz de su alma resuena en todo el cosmos. Cada año, en el día que Rav Shimón dejó este mundo —18 de Tauro, el día 33 del Ómer—, la energía de Rav Shimón fluye en nuestro plano para ayudarnos a nutrirnos y transformarnos.

¿Quién es Rav Shimón? En resumen, fue una de las almas más poderosas en pasar por esta Tierra. Fue estudiante de Rav Akivá, el Rosh laJajamim “jefe de los sabios”, quien fue desollado vivo por los romanos por haber compartido la causa de la espiritualidad. Rav Shimón también fue perseguido y fue forzado a esconderse con su hijo en una cueva por trece años. Allí recibió la sabiduría del Zóhar, una revelación tan poderosa que cuando salió de la cueva, campos enteros hicieron combustión espontánea debido al poder colosal de su mirada.

En la época en la que Rav Shimón vivió, el mundo no estaba listo para una revelación espiritual de esa magnitud. El Zóhar provino de un lugar tan excelso que pocos podían entender o del que poco podían aprender. Fue necesario el trabajo de almas como Rav Yitsjak Luria, Rav Áshlag en el siglo XX, y mi esposo Rav Berg, para hacerlo accesible a la gente. Hoy en día, millones de personas de todas las religiones y caminos de vida están estudiando la sabiduría de la Kabbalah, y logran la elevación de su alma gracias al Zóhar.
Lag BaÓmer es una apertura a través de la cual podemos tener acceso a milagros, sanación y abundancia, quizá más que en cualquier otro día del año. Todo lo que se nos pide para acceder a ella es simplemente ser conscientes de su presencia, la presencia de Rav Shimón, y vivir en un estado de felicidad debido a que este es un tiempo de elevación y nuevos comienzos. Sé feliz, conéctate con el deseo de tu alma y fomenta el compañerismo con los demás cada vez que puedas. Aún más importante, encuentra maneras de compartir. Rav Shimón no guardó su Luz para sí, tampoco deberíamos hacerlo nosotros.

Si los kabbalistas a lo largo de los siglos fueron pioneros, entonces tú y yo estamos en la frontera final. Nuestro papel es tomar esta energía y darle forma en nuestro mundo físico a través de nuestra conciencia, palabras positivas y acciones amorosas y bondadosas.

Somos bendecidos con la conciencia de la presencia de la Luz en Lag BaÓmer. Usémosla para hacer del mundo un lugar mejor para nuestra existencia y, de ese modo, verdaderamente llegar al tiempo en el que “todos conozcan la gloria de Dios”.