“Debemos estar dispuestos a renunciar a la vida que planeamos para poder vivir la vida que nos espera”. Joseph Campbell

Al bebé promedio le toma 1000 horas de práctica poder caminar. Algunos aprenden a arrastrarse primero. A algunos les encanta gatear. Otros prefieren dar directamente sus primeros pasos. Pero el elemento común en todo esto es la práctica y las muchas, muchas caídas para después levantarse y seguir intentándolo. Menciono esto porque la energía de esta semana nos ayuda a salir de nuestra zona de confort y elegir encontrar el siguiente nivel. 

Y cuando hacemos eso, estamos sujetos a encontrar desafíos. Tal y como el bebé tiene problemas antes de caminar, nosotros también pasamos por pruebas que nos llevan a ser la persona que estamos destinados a ser.

La porción de esta semana, Vayetsé, significa: “Y él salió”. Ocurren tantas cosas en esta historia que probablemente pueda ser un gran guión para dos o tres fantásticos largometrajes. Vemos a Yaakov yéndose de la casa de su padre en Beerseba para encontrar una esposa, el famoso sueño de la escalera hacia al Cielo, el encuentro con su alma gemela, Rajel, en el pozo, su servicio a Laván, sus matrimonios, el nacimiento de los líderes de las doce tribus… y muchas otras cosas. Pero lo que quiero decir aquí es que todo comenzó con:

“Y él salió”.

En otras palabras, para que todo ocurriera, para que ocurriera este despliegue de energía espiritual, Yaakov debía tomar la decisión inicial de soltar lo que conocía. Todo comenzó con la salida de su zona de confort representada por la casa de su padre; con su certeza y conexión con Dios como su sustento, Yaakov se lanzó a lo desconocido.

Todos tenemos muchas bendiciones esperándonos, pero hay un prerrequisito: tenemos que tomar la decisión de avanzar. Esto no siempre representa un movimiento físico, aunque podría serlo. La mayoría de las veces es la decisión de dejar atrás comportamientos que no nos sirven más, sistemas de creencias que nos limitan o encontrar una manera de eliminar el equipaje que hemos cargado, a veces, por muchos años. La porción de esta semana nos ayuda a encontrar ese punto de crecimiento en nuestro interior a través del cual podemos convertirnos en un nuevo ser.

¡Todos sabemos que no nos convertimos en quienes queremos ser de manera instantánea! Eso quizá ocurre en películas animadas, pero la experiencia humana revela que la gente que alcanza su potencial y hace grandes cambios para el mejoramiento de todos fue la que pasó por las pruebas de fuego. No es fácil llegar a un estado en el que encarnamos una nueva manera de ser. Cada uno de nosotros tiene su propia escalera espiritual por subir que es exclusiva para lo que nuestra alma vino a hacer a este mundo. Pero, del mismo modo que un bebé, podemos prevalecer con una disposición a pasar por el proceso sabiendo que cada escalón nos permite revelar más aspectos de nosotros.

Los niños son maravillosos. Todo les asombra, ellos absorben las nuevas experiencias y disfrutan el placer de aprender cada vez más. Esa es una perspectiva que podemos asumir mientras vamos hacia delante. Fíjate en cómo puedes aceptar el proceso de salir de tu zona de confort. ¿Hay lugares de duda o indecisión? Sí. Ninguno de nosotros es perfecto. ¿Habrá encrucijadas, desafíos y momentos de confusión? Sí. Pero gracias a la Luz del Creador puedes superarlos, y esta semana obtienes una inyección de energía para ayudarte en el camino.